El mundo, que creyó tener la solución en la mano, se ve sorprendido por las dificultades con la producción y distribución de las vacunas, lo que contrasta con el clamor por volver a la normalidad en los vínculos afectivos, la actividad económica y las actividades presenciales en escuelas y facultades.
Estas últimas fueron habilitadas por el último DNU del presidente Alberto Fernández. Provincias, supervisiones y direcciones tienen ahora una ardua tarea para instrumentar la semipresencialidad por un lado, y conducir y contener las expectativas sociales por el otro. Favorece el extendido consenso social de padres, gobiernos, fuerzas políticas, alumnos y los sindicatos docentes.
A cara de perro
Ahí está la novedad de la paritaria docente que se inicia esta semana: además de salarios debe rediscutir toda la reorganización del trabajo en la educación. Con respecto a salarios, el sindicato de docentes particulares pedirá 40%, 30 correspondiente al piso de inflación proyectado para 2021 y el otro 10 por la pérdida de poder adquisitivo del año pasado. La conducción provincial de Amsafe hasta ahora evitó porcentajes. Sepultada la cláusula gatillo, la paritaria 2021 también inaugurará un modo de actualizar salarios. El 4% de inflación de diciembre y las proyecciones futuras desaconsejan descuidar esa variable.
El gobierno gruñó de entrada a los docentes. Mandó a la ministra Adriana Cantero a decirles que cobran de los mejores sueldos de la región. Para el otro lado de la mesa paritaria la marcada de cancha no se vivió como un comienzo amable. No porque no lo hayan escuchado de las administraciones anteriores, sino por la diferencia de circunstancias. Cabe recordar la clausura unilateral de la paritaria casi todo el 2020 y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de bolsillo.
Los gremios miden el escenario de negociación. Tomaron nota de las decenas de miles de millones en plazos fijos que acumula el Ministerio de Economía, la avalancha de decretos del Plan Incluir (fondos para obras en localidades) redactados en enero con fecha de diciembre para imputar gastos y bajar el superávit 2020 y la subejecución presupuestaria. Enfrente el gobierno pinta dos cartas: en el despacho de al lado negocia con los aliados ATE y UPCN con los que espera un rápido acuerdo que condicione a los docentes: la otra carta es la opinión pública, harta y más sensible que nunca.
Otra vez la política
La renuncia de la coordinadora provincial de vacunación, Soledad Guerrero, no motivaría la más mínima atención si no fuera porque en un abrir y cerrar de ojos la pandemia volvió neurálgico ese puesto.
Una cosa es tener un funcionario técnico al frente de campañas de vacunación anuales y sistematizadas. Otra muy distinta en contexto de alta y urgente demanda, cuando en lugar de frasquitos para distribuir tenés promesas. Y todo atravesado por significativas presiones de los que se sienten autorizados a exigir su cuotaparte de vacunas y prioridad en el orden de aplicación, más hipersensibilidad en la coordinación con instituciones, municipalidades y Estado nacional. Si además se trata de un Ministerio donde deben convivir distintas tribus políticas y es tironeado por dos grupos empresarios de la salud en pugna, el área no puede descansar en la tecnocracia y pide a gritos conducción política. Para mejor comprensión observar con detenimiento el debate en Buenos Aires por la aparición de unidades básicas y otros locales partidarios entre los centros de vacunación.
Buena idea, viejos problemas
Una de las primeras tareas de los flamantes ministros de Gestión Pública y Gobierno que designó Perotti es devolverle iniciativa política al gobierno. El anuncio de que se intentará avanzar en materia de autonomía municipal por ley y sin esperar una reforma constitucional va en ese sentido. Es indudable allí la impronta de Roberto Sukerman, abogado constitucionalista antes que ministro.
La movida deriva de un fallo de la Corte nacional que se comentó en primicia en esta columna el 15 de noviembre pasado en relación a un conflicto entre un sindicato de municipales de Esperanza y la Federación de Trabajadores Municipales de la provincia.
La autonomía es como la reforma de la Constitución provincial: todos están de acuerdo pero nunca se concreta. Discutir autonomía es redistribuir recursos, poder político y territorial. Por eso una pregunta muy pertinente en estos casos es qué autonomía y con qué alcances. Hay bibliotecas enteras en Occidente sobre el tema y distintos modelos en la realidad. El marco ideal para Santa fe sería una convención constituyente, pero hoy es inviable. Si hubiese acuerdos básicos la ley sería un primer paso.
Después de juntar a los intendentes –mitad zoom, mitad presencial– siguen definir los alcances de autonomía que se pretende, consensuar anteproyectos de leyes y llevarlos a la Legislatura. Terreno árido, donde no hay ni media onda con la oposición y tres cuartos del Senado; y a la vez año electoral. Allí se verá el oficio de los nuevos ministros.
Conceptualmente la oposición no se va a negar (o no debería) a discutir un tema que tuvo como bandera durante los últimos 25 años. En ese sentido el acompañamiento y apoyo de los intendentes progresistas de Rosario y Santa Fe a la convocatoria fue un inicio con el pie derecho para la Casa Gris.
Sin embargo las disonancias surgieron una vez más del propio peronismo. “El diálogo es clave si el gobierno quiere tener un conjunto de leyes que consideramos vitales. Vamos a aguardar que nos convoque el Ejecutivo, y aspiro a que nos llamen antes a nosotros de que se larguen a hablar con los otros bloques”, le dijo el presidente del bloque de Diputados del PJ Leandro Busatto a La Capital. Anida un sentimiento de eterno ninguneo en ese bloque de sólo 6 integrantes, pero representativo de distintas corrientes internas del PJ. Uno de ellos Ricardo Olivera, el presidente del partido que el próximo sábado reasumirá por un nuevo período.
Hay otro frente interno desde el que miran con “preocupación” los alcances de la iniciativa autonómica. María Eugenia Bielsa, la diputada Matilde Bruera y equipos técnicos de Encuentro Santafesino analizaron el fallo de la Corte nacional, la ley provincial de paritarias municipales y definieron un primer posicionamiento político. Están a favor de la autonomía pero no de descentralizar la paritaria municipal porque debilita a los trabajadores. “Todos sabemos que hay más fortaleza si se negocia juntos que por separados, vemos con mucha preocupación que se pueda avanzar en ese camino”, explicó la diputada Bruera.
Este sector del peronismo no dejará librada a su suerte a la Festram, entidad sindical que quedará herida de muerte si se descentralizase la paritaria municipal como fue hasta los años 80. Entre otras cuestiones, porque en 2019, mientras ATE, UPCN, Empleados de Comercio, Garagistas y Smata armaban la pata sindical de Perotti gobernador, Claudio Leoni, líder de Festram, jugó fuerte por la precandidatura a gobernadora de Bielsa y hoy sigue siendo socio activo de Encuentro Santafesino.
La oposición
A pesar de las definiciones que Miguel Lifschitz dejó el domingo pasado en Rosario3, radicales y sectores del PRO no resignan la idea de una alianza electoral entre el Frente Progresista y Juntos por el Cambio, como lo demuestra la movida de la UCR del departamento San Jerónimo con el diputado Maximiliano Pullaro. “Dejemos que el socialismo acomode también sus cuestiones internas”, dijo otro de los impulsores, que al mismo tiempo espera las novedades que pueda dejar una inminente reunión del Frente Progresista.
El viernes la ex intendenta Mónica Fein ratificó que el futuro del PS no es con el PRO al lanzar su candidatura para presidir el partido a nivel nacional. Para eso su lista deberá ganarle a la del porteño Roy Cortina, socio del PRO y Horacio Rodríguez Larreta en CABA.
Miguel Lifschitz –cuyo ritmo de trabajo político es asombroso– impulsa la candidatura de Fein en reemplazo de Antonio Bonfatti al tiempo que intenta unir a todos los sectores internos en contra de Cortina y el modelo de alianza que representa.
El lifschitzmo, Bases (Eduardo Di Pollina) y la concurrencia de Fuerza del Territorio, bonfattistas e independientes como tercer espacio comparten el rechazo a Cortina, pero en Santa Fe arrastran diferencias y rencores políticos que el mismo 18 de abril podrían terminar en una interna de tres si no acuerdan la unidad. Un tablero complejo para un partido acostumbrado a la acumulación y legitimación política en función de ser gobierno, cosa que ya no es, y para el que son factores decisivos política de alianzas y figuras con proyección electoral.