Germán Martínez es un laburante de la política. Tiene 47 años, es licenciado en Ciencia Política (Universidad Nacional de Rosario), papá de Tomás y Alejo, es nacido y criado en barrio Echesortu, pese a que se mudó por diferentes casas y sus padres no tenían una propia. Hoy vive en Tablada junto a su familia y está casado con una licenciada en Relaciones Internacionales y especialista en Cooperación para el Desarrollo.
Llegó a la política en sus épocas de la universidad y se vinculó al peronismo cuando en los claustros otras corrientes ideológicas se imponían. Se vinculó a Agustín Rossi y fue su jefe de asesores cuando El Chivo era el presidente del bloque de Diputados oficialistas en el gobierno de los Kirchner y también lo acompañó durante sus dos gestiones en el Ministerio de Defensa.
Hace tres años llegó a la lista de diputados nacionales del Frente de Todos como referente del movimiento La Corriente del peronismo provincial y consiguió una banca. Conoce los rincones y el funcionamiento del Congreso como pocos.
Quienes lo tratan en la intimidad del trabajo, tanto compañeros como rivales, lo describen como un tipo serio, estudioso, con formación, mucha templanza y control de las emociones, de respuestas con argumentos estudiados y apuestas al largo plazo.
Fue egresado del Colegio San José y participó activamente de espacios de militancia social. Muchos vinculan su formación salesiana con la forma de hacer y transitar los vericuetos de la política. De integrar como uno más el variopinto bloque de la coalición gobernante pasó a ser su conductor. Esta semana podrá verse su perfil ante el enorme desafío que se le presenta.