Este lunes el gobierno de Ecuador dio marcha atrás a las polémicas medidas de ajuste económico que dispararon once días seguidos de protestas con el saldo de siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos. De este modo, el presidente Lenín Moreno busca pacificar las calles. En Quito, siguen atrincherados unos 10 mil indígenes en el tradicional parque El Arbolito.
Según informó EFE, Moreno derogó este lunes el decreto que eliminaba el subsidio a los combustibles, detonante de la seguidilla de movilizaciones que lo pusieron contra las cuerdas y que demostraron la vitalidad de las nacionalidades ancestrales.
El mandatario dijo que hizo “una elección por la paz” y anticipó vía Twitter un “nuevo decreto que nos asegure que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan”.
Las medidas de excepción decretadas en la última semana como el toque de queda y la militarización del Distrito Metropolitano de Quito y valles vecinos, quedaron canceladas de facto, tras el acuerdo alcanzado el domingo entre el liderazgo indígena y el gobierno. Y este martes se reanudaban las clases, paradas desde el 3 de octubre.
Así, la ciudad volvía poco a poco a la rutina con la apertura de vías, la reanudación del transporte público y privado, los consiguientes atascos, además del reabastecimiento en mercados y supermercados, dado que el domingo ya empezaban a escasear productos básicos como pan, leche y huevos.
Como signo de normalidad también se produjo la reactivación progresiva de vuelos en el aeropuerto de Quito, la reanudación de operaciones en los campos petroleros de la Amazonía y del servicio de transporte en las 62 terminales terrestres del país.
"Hemos logrado compañeros y compañeras, (lo) hemos derogado juntos, con la lucha se ha derogado el decreto 883", aseguró en una rueda de prensa el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas.
El dirigente avanzó que la nueva disposición del Gobierno supondrá la inmediata "normalización de todas las tarifas de gasolina, diesel y pasajes", además de los precios de los productos de primera necesidad.