Finalmente, Santiago Bausili estará al frente del Banco Central, uno de los organismos cuyo futuro más incertidumbre y polémica generaba por la decisión del presidente electo, Javier Milei, de cerrarlo. Para Bausili, como para otros funcionarios de Milei, será un regreso al Estado. Estuvo bajo las órdenes de su socio y futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, durante la gestión de Mauricio Macri y de su labor en esa época arrastró hasta este martes una causa judicial por favorecer por negociaciones incompatibles con la función pública. Puntualmente, por haber beneficiado a un banco para el que trabajaba cuando era secretario de Finanzas.
Bausili, de 49 años, es socio de Caputo en la consultora Anker, pero antes de comenzar este proyecto juntos, compartieron trabajo en el ministerio de Finanzas de Macri cuando Caputo estaba al frente. Antes de su primer desembarco en la adminisración pública como secretario de Finanzas, Bausili se desempeñó 11 años en JP Morgan y luego nueve en el Deutsche Bank (DB). Incluso durante algunos pocos días coincidieron sus empleos en el Estado y en el DB, lo que le valió una causa judicial que este martes –ya cuando su nombre sonaba con fuerza para el Central– fue prácticamente cerrada.
La Cámara Federal porteña revocó su procesamiento por supuestas irregularidades en la elección de los bancos a través de los cuales se realizó la colocación de deuda pública en 2016 y 2017.
Se trata de la segunda vez que este tribunal revoca un procesamiento contra el ex funcionario del gobierno de Juntos por el Cambio y próximo de La Libertad Avanza (LLA), y dispone que se le dicte la falta de mérito: en ambos casos la decisión se adoptó por la mayoría confirmada por los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah y la disidencia de Roberto Boico.
Fue el juez federal Sebastián Casanello quien había proceado a Bausili, cuyo abogado, por otra parte es Matías Cúneo Libarona, hermano e integrante del estudio de abogados del futuro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
Casanello había procesado a Bausili por haber participado en la contratación del Deustche Bank como intermediario en la colocación de deuda pública, a pesar de haber trabajado para esa entidad bancaria hasta pocos días antes de llegar al Gobierno e incluso a pesar de tener acciones allí.
Al revertir aquel fallo en la primera oportunidad, Irurzun y Farah sostuvieron que el "análisis de cada uno de los actos administrativos" de los que participó Bausili "no evidencia" que el imputado "haya tenido incidencia en la selección, alcances o condiciones de las operaciones de las que participó el Deutsche Bank, elementos necesarios para afirmar que su actuación fue la exteriorización del interés que exige la norma penal".
Con opinión contraria, Boico consideró que Bausili sí participó de actos que pudieron haber implicado un favorecimiento al banco en el cual había trabajado y al cual siguió vinculado a través de la tenencia de acciones hasta agosto de 2018.