El último eje temático de la noche fue “Rosario 2030”: ¿cómo se imaginan los candidatos la ciudad del futuro? Y hubo distintas Rosarios. El tren volvió a ser deseo. Juan Monteverde intentó cruzar a Roy López Molina y Roberto Sukerman a Pablo Javkin. Pero ni el hombre de Cambiemos ni el radical se dejaron llevar
Javkin habló de una ciudad más segura, respetuosa y sustentable. De recuperar el tren y de cumplir con un viejo proyecto: abrir la costanera al sur y desarrollar viviendas en El Mangrullo.
A su turno, Sukerman le recordó al candidato del oficialismo que el Frente Progresista se podría haber hecho cargo del sur bastante antes y sostuvo que el tren no se hace sólo con una ley sino con manos a la obra.
Por otro lado, el candidato del Frente Juntos habló también de una ciudad “del encuentro” que como un “poliedro” se sume “lo mejor de cada casa”. Quizá este deseo fue el anticipo de la propuesta que le hizo en el momento de las conclusiones al socialista Miguel Capiello y a Ciudad Futura a quienes les ofreció un lugar en su gobierno en caso de ser intendenta. Pero advirtió que nada de esto se puede hacer sin “paz y orden”, como reza el nuevo "slogan" del candidato a gobernador Omar Perotti.
Monteverde habló de una Rosario futura sin diferencias que se puede hacer sólo con valentía. Y fue entonces que le salió al cruce a López Molina y recordó cuando el año pasado, en una sesión del Concejo le reclamó al edil macrista por las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri.
López Molina, por su parte, hizo caso omiso de este “convite” y prefirió dar más propuestas. Dijo que, en caso de ocupar el Palacio de los Leones, hará más eficiente los trámites administrativos para emprendedores en particular –de modo que no migren a localidades vecinas como Pérez o Funes– y ciudadanos en general. Y lanzó un pequeño dardo a Javkin por el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa). El candidato oficialista había hablado de salud animal y López Molina le espetó que el “Imusa se convirtió en un cueva”.