"No es una sentencia, es una cacería". La frase de la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti resume el espíritu con el que el kirchnerismo recibió la noticia de la condena contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Para el peornismo, lo que se busca es su proscripción como candidata y dejar sin líder al campo nacional y popular.
“No por sabido menos atroz, un nuevo fallo que enluta a la democracia. El odio gorila no tiene fin”, escribió en Twitter el ministro bonaerense Andrés Larroque.
La vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, consideró que la decisión de la Cámara de Casación es de una “inusitada gravedad jurídica” y que “consuma una feroz persecución política”. Para ella, “la intención ha sido y sigue siendo la de quitarle a la ciudadanía la esperanza que Cristina Kirchner representa”.
El gobernador riojano Ricardo Quintela, que quiso disputarle a Cristina la presidencia del PJ, se solidarizó con ella “ante la gran injusticia que vivió” por ser “acusada falsamente y condenada”.
“Nadie pudo demostrar su culpabilidad y, sin embargo, fue señalada y enfrentó argumentos mentirosos e insolventes, producto de años de relato malicioso en su contra a través de los medios de comunicación y redes sociales. No hubieron ni hay pruebas de nada, solo hay saña para estigmatizarla y perseguirla con violencia. Hasta un intento de magnicidio tuvo. ¿No les parece suficiente ya?”, escribió.
La senadora Anabel Fernández Sagasti, en tanto, compartió una imagen donde se ve la figura en negro de Cristina en la mira telescópica de un arma. “No es una sentencia, es una cacería. La querían muerta y, como no pudieron, la quieren presa o proscripta”, señaló.
Para el diputado nacional Leonardo Grosso, en tanto, “el fallo de la Cámara de Casación visibiliza la persecución contra la compañera Cristina Kirchner y busca consolidar su proscripción con esta causa judicial armada y plagada de irregularidades. No te perdonaron nunca haber enfrentado al poder real, pero tanto odio no podrá borrar y superar jamás el amor del pueblo”.
Desde la izquierda, la exdiputada nacional Myriam Bregman tildó como “muy grave” el fallo condenatorio contra la expresidenta, “por las manipulaciones que sufrió la causa y porque los jueces se reservan la facultad de decidir quién puede ser candidato/a”. Además, la referente de la izquierda dijo que estos sectores quieren “legalizar la judicialización” a partir de la sanción del proyecto de ficha limpia, que comenzará a tratarse en el Congreso. “Todo avance antidemocrático debe ser repudiado. Lejos estamos de que se investigue la corrupción con estos métodos”, sostuvo.