Como escribió Damián Schwarzstein en su columna política en Rosario3 después del discurso del presidente, Javier Milei intentó en este atípico domingo por la noche volver a su zona de confort, al centro del ring para ser él quien lanza las trompadas y no el que las recibe. Y lo hizo con conceptos agresivos hacia la oposición, sobre todo al bloque kirchnerista, pero también repartió a otros sectores que La Libertad Avanza considera parte de "la casta".
No es la primera vez que lo dice, pero cada vez que Javier Milei llama "ratas miserables" a legisladores, suena muy fuerte. Este domingo en el mismísimo Congreso de la Nación, volvió a decirlo. "Será la ciudadanía quién los ponga en la vereda de los justos o en la esquina de las ratas miserables que atentaron contra el país y contra su gente", comentó Milei respecto de la votación del Presupuesto que se viene.
El cruce más fuerte de la noche se dio con el presidente de la bancada opositora, el rosarino Germán Martínez, quien chicaneó al mandatario diciendo que estaba leyendo su discurso en la presentación del proyecto que irá al Congreso en las próximas semanas. "Decilo sin leer", le deslizó.
“Aunque me digas que no puedo leer, vos sumás con dificultad”, respondió el mandatario, que estuvo acompañado con el cántico “La casta tiene miedo”, que bajó desde los palcos donde estaban los militantes libertarios.
El jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, fue consultado luego por ese cruce: “No le voy a responder. Le dije que hable sin leer. No puede decir nada sin leer. Después hay que buscar y meterlo adentro de algún buscador. Vi párrafos enteros que ya se habían dicho en otra oportunidad”, comentó.
Minutos después, el presidente tuvo un nuevo cruce con el diputado Eduardo Valdés, quien volvió a interrumpir el discurso con gritos pidiendo que hable de los jubilados y el mandatario redobló: “Hacelo dentro del Presupuesto y no de manera demagógica perjudicando a todos los argentinos o exterminando a los jóvenes”.
La niñera
El presidente eligió una nueva metáfora para representar lo que él cree que hace el Estado: "El Estado no tiene que ser una niñera que se encarga de todo, de dar de comer, de entretener, de todo. Cuando un Estado se arroga tareas que no le competen, termina por incumplir las responsabilidades que le corresponden", dijo.