Punteando el inicio del año, y sabiendo lo que vendrá, toda acción de gestión política estará teñida de los colores de una nueva campaña electoral. Y sí, tenemos al menos una decena de prioridades en la coyuntura actual. Sin embargo, esos problemas se arreglarán o expondrán con el tono de una competencia que vampíricamente se alimentará de todos nosotros.
¿La crisis? A saber. La lista es larga, pero arranca con temas obvios:
1-No todos los chicos van a la escuela, y si van, esos colegios a veces no abren sus puertas por los paros docentes (magros salarios) o por ineficiencias en su estructura o porque en la puerta asesinaron a dos ex alumnos o tal vez un padre amenaza con dañar a la docente que no aprobó a su hijo..
2-No todos los padres de esos chicos tienen trabajo. Y si lo tienen no todos están en blanco, con aportes y cobertura social. Incluso, si todo esto está en orden, la mayoría no logra llegar a fin de mes. Desocupados mendigan en la esquina o en una ventanilla política donde cobran planes de asistencia del Estado. Muchos siendo rehenes de una estructura clientelar asfixiante.
3-Y si están fuera de todo, acorralados por quedar lejos del colegio, del empleo y de las ventanillas políticas, hunden el hocico de la pobreza entre las zanjas del narcotráfico. Carrera de fácil acceso y difícil salida. El que entra solo sale muerto, preso o será un jefe de zona que pronto morirá o será detenido porque en esos lugares la jerarquía y sus soldados se renuevan a diario.
4-La industria, el comercio, el campo, las pymes y el mundo de los negocios esperan un líder que defienda los intereses de la región, que no le afloje ni un tranco a las decisiones pocos federales del Gobierno Nacional.
Pobreza, delito, deserción escolar, inseguridad. Prioridades que quedan desplazadas por otras competencias más vitales: ¿Quién quiere gobernar santa fe?
El primero es el gobernador en ejercicio, Perotti, que sin reelección puede tener un plan para los próximos 13 años. Un año de gestión, cuatro años de diputado provincial, modificar la constitución provincial e intentar ser elegido bajo esa nueva constitución con una reelección. Todos borradores de ajedrez.
El peronismo de Santa Fe agrupa varios nombres que intentan asumir la sucesión: el primero es Roberto Mirabella, el más cercano a Perotti, su ex mano derecha de tantos años. Se suma con brillos e ímpetu Marcelo Lewandosky, el boom electoral de las últimas elecciones; carrera meteóricamente seria, sin polémicas ni traspiés. Pero también se vieron pintadas del diputado de la Cámpora Marcos Cleri por las calles de Rosario ofreciendo ese slogan hacia la gobernación.
Esta semana asomó también dentro del peronismo otro dirigente ya experimentado del partido: Eduardo Tonioli. El actual diputado nacional lo confirmó en Radio 2: “Quiero ir a la interna del peronismo para la gobernación”, dijo.
Al cuarteto Mirabella, Lewandosky, Cleri y Toniolli se le suman tres dirigentes con intenciones y posibilidades de discutir internamente: Celia Arena, Quico Busatto y el entusiasta Ministro de Transporte Diego Giuliano. Pero nada está dicho y aún más sabiendo que algunos picaros del peronismo habían coqueteado con Alejandro Fantino para poner nerviosos al establishment de la militancia. “Medimos a Fantino y dio un nivel de conocimiento tremendo. La campaña la tiene hecha con eso. Si dice que sí, puede ser un candidato muy serio”, cuentan entre las filas de la gestión.
En la vereda de enfrente se relamen con algunos signos de las peleas internas del PJ. “El gobernador tiene más afinidad con Javkin que conmigo", dijo esta semana Marcelo Lewandosky haciendo estallar su teléfono de mensajes con desmentidas y aplausos. Desmentidas de los cercanos al gobernador y aplausos de quienes no confían en el uno provincial.
Para Juntos por el Cambio el sueño es Carolina Losada. El diputado provincial, y a la sazón su jefe de campaña, Julián Galdeano, cree que ella es la que debe encabezar el Frente de Frentes contra el Peronismo en Santa Fe. Mide bien, cae bien y alinea bajo ella a quienes buscan una interna fuerte. “Si va Caro, en la interna les gana a todos”, dicen los suyos.
El viernes, en Radio 2, la senadora nacional dijo que aún no es tiempo para debatir nombres sino priorizar la solución de los problemas reales. Su nombre también había sonado como integrante de una fórmula presidencial que alimente una interna competitiva en JxC, más que soñando con un sillón que la obligaría a usar las botas de un duro y desigual combate contra los 286 muertos violentos en el departamento Rosario por el narcocrimen.
Ella propone a Dionisio Scarpin como su candidato al puesto de Perotti. Herido por las secuelas Vicentín, el compañero del Senado de Losada, solo convence a los convencidos en la idea grieta de la política y no en el concepto de tercios que tuvo Santa Fe. Si Losada se niega (parte 1) aparece con vitalidad política el ya lanzado Maximiliano Pullaro.
De campaña hace varios meses, el actual diputado provincial y ex Ministro de Seguridad de Miguel Liftchitz protagoniza un espacio de mucho entusiasmo. Ambición política y decisión. Capitales para una carrera rumbo a una cornisa llena de problemas.
Si Losada se niega (parte 2) aparece Pablo Javkin. El intendente de Rosario, por orgullo e impulso de su estructura, tendría decidido competir con Pullaro en la interna del Frente. Para ello está convencido de ampliar el alcance del frente y sentar entre otros en la mesa a dirigentes históricos del Partido Socialista. Algo empuja en su entusiasmo: la conformación de un lobby de empresarios rosarinos que participan activamente en la idea: el próximo gobernador, tiene que ser un dirigente de Rosario.
Si Losada se niega (parte 3) ¿aparece un tapado?: Fue candidato dos veces y perdió (como Perotti en 2011 y 2015). Miguel Del Sel obtuvo en 2015 más de medio millón de votos y estuvo a menos de tres mil votos del ganador (Liftchitz). Un sector de JxC habla del ex Midachi como una opción para intervenir con sus candidatos en la fuerte interna del sector. Si bien Del Sel proclama a viva voz su negativa para el cierre de listas falta un trecho largo. El campo leal a Del Sel le dio más de medio millón de votos en 2015 y eso para ellos es “inolvidable”.
Finalmente, como deshojando una margarita cruel, dos dirigentes tienen planes de gestión para retomar el camino que en 2007 emprendió Hermes Binner. Clara García es la dirigente más lúcida de un sector que ofrece respuestas a la crisis desde una opción progresista. Y eso no se discute. La quieren para sumar desde distintos sectores. “Su mirada política aportaría caminos reales a desenredar los conflictos de la provincia”, dicen quienes la impulsan.
Desde el Socialismo igualmente ofrecen siempre una opción con gratos recuerdos en intendentes, legisladores y compañeros de militancia: “Si hay interna lo tenemos a Antonio”, avisan. Bonfatti, quien fuera gobernador entre 2011 y 2015, obtuvo en 2019 casi 670 mil votos. Un apoyo que muchos quisieran repetir.
Aparecen en este texto 15 candidatos. Faltan largas semanas de maquillaje de la realidad, debates y zancadas. La lucha por el poder es un “juego desmesurado” para los tiempos de crisis. Habrá recursos distribuidos en gestión, obra pública y salarios. Y allí, sentado sobre una caja de recursos, aparece un gobernador sin reelección que quiere hacer pesar esa jerarquía.
Mientras tanto, el reino de la incertidumbre: la pobreza, la inseguridad, la crisis en la escolaridad y el largo listado de reclamos atacan contra un arco que muchos esperan sea controlado por otro Dibu Martínez. Aunque en este lugar del mundo, y gracias a la política, muchos aprendieron a gritar los “goles en contra”.