La primera bomba en el frente de frentes la tiró, por arriba, Elisa Carrió. La segunda explosión vino por abajo, desde la propia gestión de Pablo Javkin, uno de sus principales impulsores, aunque lo que encendió la mecha fue la interna del socialismo. La foto que el secretario de Salud Municipal se sacó con el referente de Ciudad Futura, Juan Monteverde, termina de blanquear lo que era ya un secreto a voces: Leonardo Caruana y su grupo de militantes más cercanos –que incluye a otro funcionario municipal como Luciano Vigoni– no formarán parte del armado no peronista que unirá a lo que es hoy el Frente Progresista con Juntos por el Cambio.
La foto es políticamente fuerte porque Caruana conduce un área clave, la más importante que maneja el socialismo, que justamente tiene lo construido en materia salud pública como uno de los principales activos simbólicos de lo que fue su gestión al frente de la ciudad. Y su interlocutor, Monteverde, es precandidato a intendente e impulsor de un acuerdo entre Ciudad Futura y el PJ como instrumento electoral para dar batalla al frente de frentes que el funcionario municipal se niega a integrar.
Monteverde, de alguna manera, pretende convertirse en una ambulancia que dé cobijo a los progresistas heridos por la formación del frente de frentes o directamente ajenos a esa construcción. Antes de encontrarse con Caruana, también se reunió con Carlos Del Frade, que construye un tercer espacio a nivel provincial junto a dos que también tomaron el camino de salirse de lo que fue el Frente Progresista, en desacuerdo con la alianza con el macrismo: la socialista ex ministra de Educación de Santa Fe Claudia Balagué y el diputado radical Fabián Palo Oliver. El actual secretario de Salud suena como posible candidato a concejal de ese espacio.
La aspiración de máxima de Monteverde es acordar listas comunes con estos espacios, algo que en su agrupación creen viable porque Ciudad Futura planea competir en la interna abierta con los precandidatos a intendente del peronismo pero a la vez llevar nómina de concejales por fuera de ese acuerdo. La de mínima, y mucho más posible, es que estos terceros espacios –muy críticos hacia el Frente de Todos– no lleven postulante al Palacio de los Leones, con la idea de que sectores de centroizquierda que históricamente votaron al Frente Progresista se pueden volcar así hacia su candidatura.
Lo curioso es que también para Javkin, y por idéntico motivo, la rebelión de Caruana es tolerable si se postula a concejal pero no lleva candidato a intendente. Fuentes de la conducción del municipio, de hecho, minimizaron el impacto de la foto con Monteverde y dijeron que de ninguna manera la decisión del secretario de Salud de salirse del frente de frentes –y lo mismo corre para cualquier otro funcionario– condiciona su permanencia en la gestión.
La reunión entre Monteverde y Caruana tuvo un componente simbólico fuerte: se realizó el lunes, mismo día en que el líder nacional del PRO, Mauricio Macri, visitó en la Municipalidad a Javkin junto a los principales locales de Juntos por el Cambio, entre ellos Federico Angelini, Carolina Losada y Maximiliano Pullaro.
“Mientras Macri era recibido con honores en la Municipalidad, quienes queremos otra cosa para Rosario nos juntamos a imaginar un futuro que nos saque de la violencia y renueve la esperanza”, escribió en sus redes el referente de Ciudad Futura.
“Hace 30 años que trabajo en salud pública basada en derechos y alejada de políticas neoliberales. No voy a integrar el frente de frentes; la matriz ideológica de Cambiemos es un límite”, dijo por su parte Caruana.
Fuentes municipales consultadas por Rosario3 manifestaron respetar la decisión del secretario de Salud, pero le adjudicaron cierta “ingenuidad” porque “Monteverde le saca mucho más provecho que él a la reunión y Ciudad Futura va a ir con (Omar) Perotti, que no es justamente de izquierda”.
Y señalaron que Caruana no hubiese roto si la conducción del socialismo, en lugar de impulsar a Enrique Estévez, hubiera aceptado que el funcionario municipal fuera el único candidato del PS dentro de la interna del frente de frentes.
Es cierto que esa era la aspiración de Fuerza de Territorio, el sector interno que lidera a nivel provincial Emilio Jatón y que tenía a Caruana –que creció en conocimiento y reconocimiento público por su liderazgo de los equipos de salud durante la pandemia– como referencia principal en Rosario. Y que para el secretario de Salud esa posibilidad, a pesar de las contradicciones que le generaba, era viable, pues consideraba que en ese escenario tenía posibilidades de ganar las Paso y sostener un perfil progresista dentro del gran armado no peronista.
En el actual escenario Fuerza de Territorio no pudo sostener su cohesión en la ciudad: Caruana ya anunció que irá por fuera, mientras que la concejala Susana Rueda, la otra dirigente de peso que tiene a nivel local el sector, se mantiene en el frente de frentes, un armado que algunos le resultaba demasiado amplio. Tanto como para salirse.