El intendente Pablo Javkin tiene su propio termómetro social. Lo que más le pide la gente cuando lo cruza en la calle o bien, a través de pedidos formales, es tener un empleo. Esta particular definición de la crisis económica que atraviesa el país la hizo este jueves en Radiópolis (Radio 2), cuando fue consultado sobre la emergencia social promovida por el gobierno provincial que la oposición encabezada hoy por el socialismo dejó sin debate en la Cámara de Diputados.
“El pedido que más recibo es trabajo, la gente me pide eso más que nada”, admitió a modo de muestra del actual escenario económico y social imperante en la ciudad. Lo hizo tras aseverar: “Emergencia hay, lo que no me gusta es que no se pueda discutir, no todo puede ser posicionamiento político, hay que salir de eso”, dijo apuntando al Frente Progresista que impidió el tratamiento del proyecto de ley.
“Yo no tengo mayoría en el Concejo pero los concejales nos acompañaron –remarcó en relación al presupuesto– entendiendo la situación de la gente”, completó. En ese mismo sentido, agregó: “La política tiene que bajar la espectacularización de las declaraciones y sentarse a discutir”. Luego, aseguró que la falta de estas herramientas en la provincia afecta al Municipio pero advirtió: “No lo siento como una amenaza aunque tengo una situación complicada de trámites en Provincia por millones de pesos”.
Tal como lo ha expresado en otras ocasiones, el intendente ve con preocupación el panorama económico: “La foto es complicada en Argentina, en la provincia y en Rosario tiene sus particularidades”, observó y aseguró que no recibió “sorpresas” de la gestión de Mónica Fein: “Sí me encontré en cambio con cosas que no me gustan, una deuda que genera déficit”, destacó.
Consultado a continuación sobre las deudas del Municipio, reveló: “Vamos a ir regularizando, vamos a empezar a pagar a los deudores más chicos, hay mucha deuda con eso, deuda corriente”. Como en otras ocasiones, hizo hincapié en la necesidad de concentrarse en “mantenimiento” y “políticas de infancias”. “Vamos a ir ordenando y la cosa irá mejor”, expresó con esperanza.
Fin de Año
Por primera vez, Pablo Javkin vivió un cambio de año como intendente. Lejos de brindar e irse a la cama, se quedó yendo y viniendo por la ciudad para ver de cerca el movimiento de cientos de miles de jóvenes, quienes hoy en día optan por armar fiestas en lugares públicos. “Algunas cosas no deberían necesitar de tanta presencia del Estado, fue catastrófico como quedó de sucio el lugar”, comentó en relación a la zona de la costa central donde se estima hubo unas 8 mil personas en la madrugada de ayer.
“Si vas con la heladerita, llevate los envases”, puso como ejemplo de un comportamiento ciudadano ejemplar. “Si te juntás a festejar poné el volumen bajo para que la gente pueda dormir, sería todo más fácil no necesitar que te lo digan”, agregó y consideró: “El control genera respeto”.
“El Estado no puede ser omnipresente, si los padres no le compran pirotecnia a los chicos vamos a estar mejor”; siguió con los ejemplos. Y advirtió al respecto: “No somos los padres de las personas que viven en la ciudad, nosotros ejercemos control pero acá hay una cuestión cultural, hay una cultura de respeto que hay que ganar”.