Esta semana los diputados provinciales comenzarán a estudiar los proyectos de ley de seguridad pública que el Ejecutivo provincial envió este viernes a la Legislatura. Oficialismo y oposición coinciden en la necesidad de actualizar y dotar de mayores herramientas y recursos a la fuerza pública, pero ya comenzaron a aparecer las primeras críticas.
Desde el oficialismo provincial, el diputado Leandro Busatto defendió el paquete de leyes enviado; en tanto, desde la oposición, Gabriel Chumpitaz (Juntos por el Cambio) planteó los primeros reparos. Ambos cruzaron opiniones por el programa Radiópolis (Radio 2).
A pesar de algunas diferencias, ambos legisladores coincidieron que el plexo enviado no configura ninguna panacea ni solución final al drama de la violencia e inseguridad en Santa Fe, pero sí es un “punto de partida” o “puntapié”.
Busatto señaló que las tres normativas que forman el nuevo marco, buscan actualizar y hacer más eficiente al sistema de seguridad santafesino al ordenar y reducir a cuatro los cuerpos de intervención: la policía, la Agencia de Investigación Criminal, La Tropa de Operaciones Especiales y la Agencia de Control policial.
Además, señaló que se apunta a “robustecer la conducción política” y una mayor formación de los agentes pero también de los funcionarios de Seguridad: “La política no puede mirar para otro lado sin ningún tipo de expertise”.
Aunque Chumpitaz coincidió que estas leyes pueden ser el “puntapié” para mejorar la seguridad, advirtió sobre el “riesgo de expectativas tan altas” y se mostró especialmente crítico sobre la propuesta de una subsecretaría de Bienestar y Género: “Suena a sindicalización, con delegados que me hace acordar a los policías encapuchados y enfierrados, tocando el bombo en la quinta de Olivos”.
En tal sentido, Chumpitaz se inclinó por un “sistema policial militarizado” al estilo de los Carabineros chilenos “porque tienen mayor efectividad, logística y operativa y más estabilidad”.
“Se habla de una policía perfecta. En realidad tenemos que buscar una policía de calidad y profesional. Estas leyes o este nuevo marco podrían constituirse en un perfecto aparato para destruir la institución policial”, alertó.