El ex presidente de Brasil Luis Inácio Lula da Silva confirmó este miércoles que no prevé participar de la ceremonia de asunción de Alberto Fernández como mandatario de la Argentina porque, señaló, "es un acto para presidentes".
"La verdad que no voy a ir. Agradezco si me invitan, pero es un acto para presidentes y tienen que ir los que son presidentes", dijo Lula da Silva al sitio de noticias Nocaute, del escritor Fernando Moraes.
En su rol de ex jefe de Estado, Lula se comparó con ironía a un "jarrón chino", como se acostumbra llamar a los ex jefes de Estado, porque al principio se los exhibe en los lugares preferenciales y luego nadie sabe dónde ponerlos.
"Agradezco cualquier invitación pero es un evento para presidentes, no me gustaría ir para no ser ese jarrón chino", señaló.
De todos modos, destacó que "Brasil tiene que estar en la asunción de Alberto Fernández, porque la embajada de Brasil en Buenos Aires es el segundo puesto más importante de la política externa brasileña", agregó.
El gobierno de Jair Bolsonaro, quien no felicitó a Fernández por su victoria en las elecciones del 27 de octubre, planea enviar a la asunción del 10 de diciembre al Ministro de la Ciudadanía, Osmar Terra, un miembro de Movimiento por la Democracia Brasileña (MDB) que no pertenece a la línea dura del gobierno derechista.
Lula da Silva agradeció durante la entrevista a Alberto Fernández por haberlo visitado cuando estaba preso en Curitiba y destacó el pedido de su libertad que hizo el dirigente argentino luego de haber sido electo.
En este sentido, Lula recordó que durante la visita que le hizo en Curitiba le dijo al entonces candidato: "Fernández, cuidado no te perjudiques con mi caso durante la campaña, no hace falta que hagas una declaración pública, y el me dijo que sí hacía falta porque estaba comprometido con la causa de Lula Libre".
En caso de que hubiera aceptado la invitación de Alberto Fernández a presenciar su ceremonia de asunción como presidente de Argentina, el líder del PT, que está condenado en una causa por corrupción en tres instancias, tendría que haber pedido permiso a la Justicia para salir de Brasil.
Lula quedó libre el viernes 9 de noviembre luego de que el Supremo Tribunal Federal determinara que no puede haber condenados presos hasta que se hayan agotado todas las instancias de apelación ante la Justicia.