Mariano Galíndez (MG): Hola. ¿Conoces a los “termos del Excel”?
David Narciso (DN): ¡Ah bueno! Cero protocolo. Ni un “¿cómo te fue en las vacaciones?” o “que bueno volver a chatear después de casi dos meses”. Directo al hueso. A ver: ¿por dónde querés arrancar?
MG: Es que me gustó la caracterización de “termos del Excel”. Y es que así bautizaron muy importantes empresarios de la región a los altos funcionarios del gobierno nacional con los que estuvieron en contacto durante este último tiempo.
DN: Como que ven que el gobierno se concentra exclusivamente en que cierren los números de la macro, por ejemplo el superávit, desconociendo lo que pasa afuera; en la economía real y en la sociedad. Recuerdo que el tema de mirar solo el “Excel” era algo que le criticaban al gobierno de Macri.
MG: Claro. Pero ahora ya es a nivel “termo”, como se califica despectivamente a los hinchas ultras fanáticos.
DN: No entremos de fútbol en una semana de clásicos. Ahora, es posible que muchos de los que se quejan de los “termos del Excel” lo hayan votado. No te digo todos, pero sí muchos.
MG: Y comparten seguro los trazos gruesos de sus líneas económicas.
DN: ¿Y entonces?
MG: El discurso del gobierno es este: “Hay que evitar la hiperinflación, que está a la vuelta de la esquina. Cualquier ajuste y recorte, por más recesión y pobreza que generen, es mejor que una híper”. Lo que percibo es que los empresarios (salvo los que cargan alto componente ideológico) dicen: “Coincido con que peor es la híper. Todo fantástico. Pero así no llegó al último trimestre. Me fundo antes”.
DN: El riesgo de la híper estaba, claro. Ahora bien, el presidente en diciembre amenazó al Congreso que si no le aprobaban la ley ómnibus sería responsable de la “híper que estaba a la vuelta de la esquina”. A las semanas retiró el capítulo fiscal y después la ley completa. Y ese día el vocero dijo que no cambiaba nada, porque el gobierno estaba bajando la inflación y hacía superávit sin la ley.
MG: Dicho así parece el cuento del pastorcito mentiroso.
DN: Volviendo a esos empresarios con los que hablaste, no festejan el superávit financiero que tanto celebra el gobierno, porque saben que en buena parte es por los recortes, por ejemplo, en obras y servicios, que ellos sufren.
MG: Obvio. El superávit es como una albóndiga: no preguntes con qué ingredientes se hizo. Pero, en paralelo a este tema urgente, corre otro frente de tormenta en ciernes con el empresariado que es la desarticulación de una economía privada muy apuntalada por el Estado. Es que hay sectores, por ejemplo del agro, que si le quitas la carga del Estado despegan, pero hay otros que subsisten por su presencia, como rubros de la industria protegidos de importaciones.
DN: Una remake de la película que vivimos en los años 90.
MG: De todos modos, viendo que el presidente Milei dejó fuera de toda desregulación a las ensambladoras de Tierra de Fuego, que manejan empresarios amigos del poder, permitime que también ponga puntos suspensivos en sus promesas de retiro del Estado.
DN: Ya que estamos en temas estructurales, te traigo a la ciudad y la crisis del transporte urbano. ¿Qué sacaste del lado económico a raíz del fuerte aumento que se viene tras la quita de subsidios nacionales?
MG: Que la quita de subsidios no ocurre sobre un sistema que funcionaba, sino sobre uno que, por la combinación de cuestiones de política municipal y de economía nacional, ya estaba estallado. Y el problema central es la inflación. Este cuadro sobre la brecha entre el costo de transporte y la tarifa lo explica claramente.
DN: La disparada inflacionaria desde octubre es tanta que deja totalmente retrasada la tarifa
MG: Totalmente. La brecha por la disparada de costos es tan alta que no la podes agarrar con nada. Pero además el pago de los subsidios (que ya venían con la famosa discriminación frente a lo que recibe el AMBA, algo que mantuvieron Néstor, Cristina, Mauricio y Alberto) no eran un relojito en el gobierno anterior. Todo lo contrario. Massa los pisó en octubre dejándolos sin actualizar justo cuando se disparaba la inflación. Más de un 70% subieron los costos entre octubre y diciembre cuando, en paralelo, el gobierno de Alberto y Massa no actualizaron el subsidio. La explosión era inevitable. Este cuadro también te lo resume
DN: Ahora, lo del gobierno nacional es inconcebible. Haber quitado la totalidad de los subsidios de un día para el otro, obligando a dar un salto en la tarifa del 100% en el mejor de los casos.
MG: Milei, los libertarios y algunos otros te dirían que las provincias y municipios se ajusten y absorban lo que no enviará más Nación en lugar de que lo pague el usuario. Que ajusten sus propios gastos.
DN: Fijate que los dos concejales de La Libertad Avanza en Rosario votaron en contra de las facultades para que el intendente pueda aumentar la tarifa para reemplazar la quita de subsidios nacionales con tarifa.
MG: ¿Y entonces? ¿Pretendía que lo reemplace con más subsidios municipales?
DN: O subiendo el DRei a los contribuyentes estratégicos como propusieron Ciudad Futura y el peronismo. Más subsidios, sería más déficit; más Drei sería un nuevo pecado de “la organización criminal que es el Estado”, según la biblia libertaria que reza Milei.
MG: Jaja, lo estás chicaneando la presidente.
DN: Entonces la pregunta es otra: ¿Milei está en contra de los subsidios de forma conceptual o está en contra si los tiene que pagar él?
MG: Buena pregunta.
DN: El punto es que Milei y su gobierno creen que el Estado nacional tiene que retirarse del transporte y de otras áreas como la educación. Bien, era esperable y entendible por su ideología. Y es un debate válido, que hay que darlo, porque es un gobierno que llegó por el voto popular. Es la forma de organización del Estado en la que creen sobre la base de algo que es una realidad: un país no puede vivir en el desequilibrio eterno. Pero nada de eso no le da autoridad para decidirlo y hacerlo como lo hizo.
MG: Tirándole los colectivos por la cabeza a las provincias y las intendencias. O diciendo, de un día para el otro que no paga más el incentivo docente, “páguenlo ustedes”.
DN: A eso me refiero. Así cualquiera consigue el superávit fiscal del que hablábamos antes: sin pagar las cuentas, quedándote con la plata de los otros, desentendiéndote de los problemas que generás, jodiéndole la vida a la gente que va a laburar todos los días. Todo tu esfuerzo está puesto en el Excel.
MG: Convengamos que la herencia recibida ayuda a justificar todas esas decisiones…
DN: Estamos de acuerdo que la herencia era desastrosa y hasta economistas vinculados al peronismo te decían que había ciertas situaciones que no daban lugar al gradualismo. Pero muchas de estas cosas tienen que ver, no con urgencias sino con ideas que el presidente quiere imponer ante la falta de fuerza en el Congreso.
MG: ¿Lo decís por la eliminación del Fondo Compensador del Transporte?
DN: Por ejemplo. Fijate que una semana ante de que Milei anunciara que directamente lo eliminaba, su secretario de Transporte le dijo a intendentes de todo el país en la cara que esos subsidios se seguirían pagando a precio de 2023 (que es el presupuesto prorrogado) y por tanto se licuarían y extinguirían por inflación.
MG: Eso le daba tiempo a provincias, municipios y usuarios a acomodarse. Planificar soluciones, acomodarse al retiro del Estado nacional.
DN: No te parece que si Milei pretendía rediscutir los roles y responsabilidades de distintos niveles del Estado, el 11 de diciembre debió convocar a los legisladores y a los gobernadores, porque necesariamente eso implica un nuevo pacto fiscal. No te digo la ley de coparticipación que hace 30 años que no se puede discutir, pero sí un pacto fiscal que financie esas funciones ampliadas que Milei pretende.
MG: Va a haber provincias que no iban a querer, porque estaban cómodas.
DN: Durante el debate de la ley ómnibus se vio una mayoría de gobernadores que se morían por ayudar. Pullaro, Llaryora, por ejemplo, dijeron que se hacían cargo del subsidio al transporte, pero con una fuente de financiamiento alternativa. Si no es un chiste.
MG: Haciéndose el ofendido y exagerando el conflicto, se queda con toda la torta, sin ceder nada de sus ingresos.
DN: Comparto. Te digo más. Buena parte del sistema político cree que en el fondo nunca le interesó la ley ómnibus, si se la aprobaban mejor, y si no hacía lo que hizo: activar el plan B que es cortarle de facto a las provincias y tirarles las responsabilidades. Incluso pasando por encima de las normas, como el caso del transporte.
MG: Y mientras tanto hace caja a lo loco…
DN: El informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal es contundente. En Gastos Corrientes, enero de 2024 fue el cuarto enero que menos dinero se giró a las provincias desde 1993. Eso incluye fundamentalmente la coparticipación. Pero el cuadro de giros de Capital, es decir para obras públicas, maquinarias, etc, fue el más bajo de los últimos treinta años por escándalo: a precios de hoy, en enero de 2003 la Nación giró poco más de 41 mil millones y el mes pasado la cifra fue de 2.800 millones.
MG: ¿También debe ser el más bajo desde 1993 si juntás todas las transferencias, Corrientes y de Capital, ¿no?
DN: Tal cual 105 mil millones a precios actualizados en enero de 2002 (mirá de qué año hablamos) y 64 mil millones el mes pasado.
MG: Y ahí entra todo, lo urgente y lo no urgente.
DN: El Fondo de Transporte, el Fondo de Incentivo Docente, pero también las partidas para los comedores escolares, para las horas extras en las escuelas, los medicamentos de alta complejidad y una partida muy crítica para las cuentas de las provincias: la de la Caja de Jubilaciones.
MG: Da la impresión que mientras hace caja el gobierno busca ahogar a los gobernadores para llevarlos a una nueva negociación. En algún momento la tensión y las peleas deberán dar lugar a la construcción de un nuevo paraguas normativo, una base organizacional para la relación Nación-provincias.
DN: Vuelvo al principio. No necesariamente hay que desfinanciar a la Nación, pero tampoco se puede recargar de responsabilidad a provincias y municipios sin fuentes de financiamiento.
MG: Y en el medio de ese lío, con ingresos licuados por inflación, conflictividad social en ascenso y gobernadores e intendentes haciendo malabares para sostener los sistemas de transporte, en Rosario volvieron los cortocircuitos por el aumento del boleto. ¿Qué lectura política haces de lo ocurrido el jueves en el Concejo al votarse el aumento del boleto?
DN: Entre Juan Monteverde y el gobierno municipal y viceversa. Esa relación no se recuperó después de la campaña electoral. Y, por otro lado, no se necesitan, por lo tanto, no hay diálogo. El intendente tiene mayoría propia y otros interlocutores en el Concejo para conseguir mayorías.
MG: Con lo justo en esta ocasión. Por un voto. Aunque es cierto que podría haber sido por dos si Anita Martínez no hubiese estado de vacaciones, como decían ayer en el Concejo. Si es verdad que está de vacaciones, la verdad que ya no entiendo más nada: el Concejo no sesiona en enero, pero Anita Martínez se toma licencia en febrero.
MG: Che, ya que estamos en el momento "políticamente incorrecto". Esta perlita del viernes a la tarde no la puedo dejar pasar. Viste que la Provincia anunció un aumento del 150% en la tarifa del transporte interurbano.
DN: Otro servicio con tarifas muy retrasadas frente a la disparada de costos del último semestre. El último aumento que hizo Perotti fue en septiembre, pero en rigor fue porque desdobló el que inició en julio
MG: Así es. Bueno. Mirá el esfuerzo de la redacción del comunicado de prensa del gobierno provincial para bajarle el tono al aumento
MG: "Equiparar", "actualizar" "readecuar", "Región Centro"....titánico y talentoso esfuerzo de redacción para poner lo más abajo posible de la gacetilla que la suba será del 150% .
DN: Basta de maldad.Te cambio de tema. Ya que nos fuimos para la Provincia, me meto con la reforma judicial que alcanza a los fueros Civil y Comercial, fusiona la Justicia de Circuito, transforma los tribunales colegiados en juzgados unipersonales y alcanza también a las demandas extracontractuales.
MG: Se iba a aprobar este jueves
DN: Pero lo postergaron una semana.
MG: ¿Qué paso?
DN: Parece que la jornada del miércoles, donde fueron todos los sectores interesados a la Legislatura para dar su opinión, en un momento se puso picante.
MG: ¿Por qué?
DN: Hay muchos intereses en juego en esa parte de la Justicia. Incluso uno de los asistentes dijo que veía la mano de las grandes compañías de seguro detrás de algunos artículos en lo referido a los juicios extracontractuales. ¡Te imaginás! Al final de cuentas, los legisladores optaron por tomarse unos días más para pulir el texto final.
MG: Yo también veo la mano de las aseguradoras.
DN: Al desarmar los tres tribunales colegiados de daños te quedan 9 juzgados unipersonales. ¿Los sumás a los juzgados civiles y comerciales y que entiendan en todo? ¿O dejás “el nicho daños”, donde la gran mayoría son siniestros de tránsito, en manos de esos mismo, jueces? Hay quienes sugieren sumar los jueces de Circuito que ya intervienen en demandas por daños y que con esta reforma desaparecen como tales, que en Rosario son 5, a esos 9 de los colegiados de daños. Entonces, en lugar de 9 tendrías 14 jueces para atender una materia que tiene mucho trabajo.
MG: Pero según las malas lenguas hay algunas resistencias a abrir el juego para que intervengan más jueces. Prometo ampliarte la semana que viene.
DN: Ya que estamos en la Legislatura, uno de los datos del mundillo político fue la invitación del gobernador Pullaro a un asado a todo el interbloque justicialista.
MG: ¿Todos? ¿Incluido Perotti?
DN: Sí y lo sentaron al lado de la de Pullaro, un gesto a un exgobernador. Y de hecho a la mañana de ese miércoles Pullaro lo había invitado a Buenos Aires, a la embajada de Francia, a firmar el convenio por un crédito cuya gestión inició el rafaelino.
MG: Che, se mataron cuando los roles estaban invertidos y ahora funcionan de maravilla.
DN: A los dos les conviene, pero además Pullaro vende hacia afuera de la provincia un modelo de convivencia político-institucional y de diálogo político a pesar de la holgada mayoría que tiene en las cámaras, que contrasta con el clima político nacional, donde el presidente bardea a los gobernadores, al Congreso.
MG: ¿De eso hablaron durante el asado?
DN: Fue casi un encuentro de camaradería, donde se resaltó la necesidad de cuidar las relaciones humanas a pesar de las diferencias políticas.
MG: Pará, pero contá todo… No me vas a decir que después de la segunda copa no se picó un poco. Si durante años pullaristas y perottistas se dijeron de todo.
DN: Primero tené en cuenta que el gobernador no toma una gota de alcohol, así que a él es difícil que se le afloje la lengua por ese motivo. Pero me contaron que en un momento confesó que al principio de la gestión de Perotti había sentido que le pegaban en el suelo, sin códigos, al igual que al exgobernador Lifschitz. ¿Te acordás?
MG: Cómo olvidarse. En el primer discurso dijo que venía a “cortar los vínculos con el delito” y echó sospechas sobre el gobierno del Frente Progresista y el propio Lifschitz.
DN: Una estupidez que le complicó el gobierno desde el primer día. Jugó para la antipolítica y jamás presentó una denuncia de nada. Es un buen ejemplo para estos días, porque demuestra que con la lengua y las redes no se gobierna en serio.
MG: ¿Y Perotti se quedó callado?
DN: No, no. Dijo que ellos habían sentido algo parecido, porque cuando ganaron la elección en 2019 tenían una buena relación con Lifschitz y en medio de la transición se rompió todo y los condicionaron con leyes…
MG: Que acompañó el Senado peronista, que era mayoría.
DN: Así es, pero es historia pasada. Hoy el escenario es otro, a los dos les sirve llevarse bien. Perotti tiene demasiados flancos débiles, entonces se mantiene a resguardo del fuego adversario. Y Pullaro tuvo el acompañamiento de Perotti y sus diputados en todas las leyes.
MG: Además, que esa convivencia le permite diferenciarse del clima nacional de ruptura que imprime Milei. Pero te sumo esta hipótesis que escuché. Viste que si bien es cierto que Pullaro arma estas reuniones con justicialistas y le muestra a Perotti la zanahoria que más le gusta que es la que tiene que ver con las vinculaciones con organismos internacionales, también anunció la realización de una auditoría a Vialidad Provincial por obras que se pagaron carísimas.
DN: Y parece que se viene otra con los gastos en ayuda social en el gobierno de Perotti.
MG: ¡Y esa sí que pude ser picante! Te acordás que estuvimos merodeando el tema por los programas de aportes directos que, así como tenían proveedores de alimentos muy, pero muy polémicos, también se repartían con criterios muy políticos por fuera de los programas reales.
DN: ¿A ver adónde vas?
MG: Que esa combinación de “mimos y palos” para disciplinar al justicialismo es parte de una estrategia para tener los votos (y apoyos) necesarios para reformas estructurales y más profundas.
DN: Objetivamente es así. Y no descartes que sirva también para algunas pulseadas de poder que se avecinan.
MG: Se verá. Che, para cerrar te cuento una historia que pasó semanas atrás cuando vos estabas de vacaciones, pero todavía me da vueltas. Concretamente el 22 de enero.
DN: ¿Es del gobierno provincial?
MG: Sí. Resulta que, como bien sabes, todos los días la gente de comunicación de los distintos Ministerios les comparte a los funcionarios un resumen de noticias. Generalmente de los temas de la competencia de cada área y algunas otras notas de interés de otras áreas de gobierno. Pero el del 22, y de manera bastante extraña al criterio habitual, suman un artículo de un diario que contenía una entrevista al financista Guillermo Whpei, en el que llamaba a apoyar la gestión de Pullaro.
DN: ¿Y qué se especuló?
MG: En las áreas vinculadas a las empresas públicas y el manejo de las cuentas y cajas del Estado transpiraron pensando que se esté preparando el terreno para su desembarco en alguna caja o empresa de la provincia. Todavía me acuerdo cuando legisladores de esa gran frente que es Unidos andaban por lo bajo preocupados por las versiones de que Whpei pedía el Enapro. Menos mal que eso no pasó. No hay que olvidar que ese grupo tuvo participación en momentos muy oscuros del puerto.
DN: Por lo que leí en las últimas entrevistas, elogia y apoya a Pullaro y se sintió cómodo en el papel de promotor de candidaturas que colaboraron en la estrategia ganadora del gobernador, como la candidatura de Miguel Tessandori, entre otros. Incluso, dijo que había tenido contactos y que pensaba tener otros próximamente con Pullaro.
MG: Que el gobierno provincial le llegue a dar aire a Whpei como él parece estar buscando me parece, cuanto menos, delicado. Whpei está siendo investigado por lavado y asociación ilícita en Justicia federal (tribunales de Buenos Aires). También acumula denuncias por una estafa de mil millones presentadas por un fondo de inversión del extranjero.
DN: Ví tus notas sobre el tema.
MG: Y te cuento que circulan muchas versiones sobre la salud financiera de Grupo Unión SA (Gusa), que tuvo un pase de manos del que muchos dudan. Obvio que un encuentro entre Pullaro y Whpei no es algo para ser "marketineado" por redes sociales, como tanto le gusta ahora hacer ahora a los políticos, pero que en privado la Casa Gris le abra la puerta a un financista tan cuestionado por la Justicia, puede ser muy delicado. Es mucho mejor ver al gobierno provincial, por ejemplo, trabajando codo a codo con las nuevas autoridades de la Bolsa de Comercio, como lo viene haciendo en diversas áreas.
DN: Bueno, vino todo muy cargado hoy todo. Te leo mañana con la vuelta del “run run”.
MG: Abrazo y que no te vaya bien el domingo en el clásico de Avellaneda.
DN: Que a vos no te vaya bien. Pero que todo termine en paz, sobre todo en Rosario.