La hora y media del Debate Rosario entre los cinco principales candidatos para el Concejo en los próximos comicios del 14 de noviembre sirvió para dos cosas: resumir un perfil propio y transparentar su estrategia para seducir al electorado. Eso se reflejó en el cierre o Minuto de oro.
El caso de Ciro Seisas (Frente Progresista) fue claro: se definió como “una persona que hace” que no viene de la política (de hecho fue conductor del espacio que alojó el debate: De 12 a 14 por El Tres) y que decidió ayudar al intendente Pablo Javkin en su gestión, a quien definió como “gente honesta y que hace”.
Volvió a uno de los temas más sensibles de la ciudad: la inseguridad. Mostró una foto de un patrullero en Martín Fierro y Maza y dijo que le llevó “cinco horas y media” registrar esa imagen porque “patrulleros no hay”, es decir criticó al gobierno provincial de Omar Perotti que conduce esa fuerza. ¿Una referencia política-ideológica? Otra foto: un encuentro entre Hermes Binner y Raúl Alfonsín.
“Asombrada”, se definió Ana Laura Martínez (Juntos por el Cambio) y ensayó una explicación: dijo que existe una “peligrosa hipocresía con el kirchnerismo” y volvió a señalar a Lisandro Cavatorta como “un candidato de La Cámpora”. Otra vez asomó la estrategia de ligar al periodista con ese espacio político que ya había utilizado a lo largo del programa, incluso con una acusación por el uso de un auto oficial.
La ex periodista (única mujer en el Debat Rosario), ya con varios años en la política y experiencia en elecciones, también se refirió a violaciones en “la libertad de expresión” del gobernador Omar Perotti “amordazando a los periodistas de 5RTV (hoy Santa Fe Canal) para que no cubran las marchas por la seguridad; hay una doble vara sin moral”. Martínez cerró como empezó confrontando con el peronismo y en especial ligando al candidato a concejal del Frente de Todos con el kirchnerismo.
El tercero fue Miguel Tessandori (Mejor) quien también se reivindicó como “no político” y recordó su “trabajo de periodista de 50 años”. “Ahora voy a la política para tratar de construir con lo mejor que uno tiene: respeto, credibilidad y honradez”, señaló.
Fue el único en hablar de su familia (en este caso de la nieta que le dice “Tata”), dijo que su primer eslogan de “Volver a Rosario lo usó el intendente” y eso lo puso contento pero decidió cambiarlo por otro: “Devuelvan Rosario a la gente”. Reforzó así su perfil de outsider que le reclama a la política tradicional respuestas y basta de “chicanas” (uso esa palabra después de una intervención de Martínez en otro de los bloques).
“Ninguno de nosotros es tan importante”, afirmó Lisandro Cavatorta (Frente de Todos) y también criticó las “chicanas, golpes bajos y propuestas que no se cumplen” de los candidatos y dirigente. “No vine a hacer ninguna propuesta sino a decirte lo que va a pasar”, agregó.
Así abrió un mecanismo concreto que mantiene el mensaje de su campaña basada en el “concejal de la calle” y su pasado como periodista que contó los problemas en los barrios. Prometió estar el 13 de diciembre ya asumido en el Club El Ceibo “atendiéndote” y luego por sus redes sociales compartirá en qué otros puntos de la ciudad se reunirá con vecinos.
El cierre fue para Juan Monteverde (Ciudad Futura) quien ya se había diferenciado de sus rivales –todos vienen de ser periodistas en televisión y él se presentó como militante– y se enfocó en pedir un voto distinto, de “animarse a decirle basta a los partidos que ya gobernaron” y apostar a una “revolución ciudadana con esta arma que tenemos acá (por la boleta única).
Se presentó como el tercero en discordia entre dos oficialismos y propuso: “Si estás conforme con la seguridad vota a Cavatorta (del espacio de Omar Perotti) y si estás conforme con el transporte y los colectivos a Ciro (del oficialismo local). Pero si estás cansado y querés usar esta arma tenés en nosotros un partido político diferente. Le puedo ganar al candidato del intendente y del gobernador”.
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