La movida fue fuerte y la foto también. Sacudida luego del bombazo del sector Maximiliano Pullaro con su denuncia de “contubernio” entre el socialismo y el gobierno provincial para la designación de jueces comunales, la construcción del frente de frentes –una alianza que una a todo el no peronismo santafesino para disputarle la provincia al peronismo en las elecciones de Santa Fe– plantó bandera otra vez ayer en Rosario, con una reunión en el Concejo Municipal que unió a una parte importante del PRO, la tribu radical que encabeza Julián Galdeano y tiene como figura principal a Carolina Losada, el PS, los distintos sectores que respaldan al intendente Pablo Javkin, el GEN y el Partido Demócrata Progresista (PDP). Es decir, todos menos el pullarismo, donde confluyen los radicales de Evolución y dirigentes del PRO como Gabriel Chumpitaz, alineado a nivel nacional con el larretismo.
La jugada, que surgió a partir de una convocatoria de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck (javkinista), y el edil Martín Rosúa (alfil de Galdeano en el Palacio Vasallo) para analizar la subrepresentación de Rosario en los presupuestos nacional y provincial, fue a varias bandas.
Significó un abrazo al socialismo después del ataque pullarista y revitalizó las negociaciones para que esa fuerza se integre a un frente de frentes. Pero además, de cara a la propia interna de una eventual alianza opositora, reforzó la posibilidad de que algunos de los sectores presentes –al menos el de Galdeano y Javkin– jueguen en tándem con una única candidatura a gobernador que enfrente a la ya recontra lanzada de Pullaro. Para ese lugar, hay dos nombres: Carolina Losada, que dice que no hay decisión tomada de su parte pero tendría más deseos de jugar a nivel nacional que local, y la del propio intendente –ausente en la reunión porque está de viaje en Estados Unidos– que ya le hizo saber a propios y ajenos su decisión de ir por la Casa Gris y no por la reelección en Rosario.
Los referentes del sector de Galdeano, operador político de mil batallas, y quienes estaban en representación de Javkin –Schmuck, el secretario de Gobierno municipal Gustavo Zignago, y el presidente de su partido, Creo, Mariano Roca, entre otros– eran los más eufóricos con lo que algunos definieron este viernes como la “contrafoto”, en referencia a la que se produjo el 1° de noviembre, en oportunidad de un debate sobre educación en la ciudad de Santa Fe, a la que faltaron el socialismo y el radicalismo galdeanista.
Fue luego del faltazo a esa reunión que Pullaro, ex ministro de Seguridad de Miguel Lifschitz, lanzó el durísimo ataque contra sus antiguos socios, que luego vincularon la denuncia del radical con un “apriete” para que definan su incorporación al frente de frentes.
Esa definición tampoco se produjo ahora, por más que los radicales y javkinistas presentes este viernes en el Concejo celebraban la reunión como un paso importante en la construcción del frente de frentes, no solo por la presencia del socialismo: también estuvieron dirigentes del PRO que responden a Angelini –otro que quiere ser candidato a gobernador, aunque su prioridad hoy es el armado nacional de Patricia Bullrich– , la diputada provincial del GEN Mónica Peralta (viene construyendo con Javkin) y el diputado provincial del PDP Gabriel Real.
"El frente de frentes es una articulación más mediática que política, lo que vi hoy es un acuerdo entre bloques. Lo de hoy no fue una foto, fue una articulación política de Juntos por el Cambio y el Frente Progresista por Rosario y es auspicioso", buscó pisar el freno el diputado provincial socialista Joaquín Blanco.
A la distancia, el pullarismo también hizo su interpretación de la “contrafoto”. “Duran 24 horas”, dijo con ironía –y off the récord– un referente de ese sector al ver la imagen que los presentes se sacaron en el hall del Concejo Municipal. Y luego chicaneó al socialismo, frente a un discurso que parece haber quedado atrás –la crítica al neoliberalismo de Macri–: “Lo bueno es que ya no pueden volver con el verso de los límites, en la foto solo faltaba Mauricio”.
Hay que decir que era una imagen extraña ver en una misma mesa a dirigentes históricamente enfrentados. Por mencionar dos, Mónica Fein y algunos que la defenestraban durante su gestión de intendenta, como el concejal Carlos Cardozo. Algo así como la "unidad en la diversidad" que en su momento justificó la conformación del Frente de Todos, pero del otro lado.
Acaso por eso el socialismo mantuvo su postura de que la reunión fue “auspiciosa”, pero que el frente de frentes no es por el momento más que una posibilidad y que ellos, por dentro o por fuera del armado que empuja sobre todo el radicalismo ante la posibilidad de que lo lleve al gobierno de Santa Fe, van a competir con candidaturas propias, tanto a nivel local como provincial porque tienen dos cosas que creen fundamentales para hacerlo: “Identidad y votos”.
Más entusiasta, Galdeano, con una sonrisa de lado a lado por el éxito que adjudicaba a la convocatoria, veía el encuentro como un avance importante hacia la conformación de una alianza electoral en base a ejes programáticos.
El eje, en este caso, sería la defensa de los intereses de Rosario, lograr más recursos para una ciudad eternamente postergada en la distribución de las grandes tortas de dinero que manejan la Nación y la provincia. Por eso, los presentes firmaron un documento en el que se reclaman más fondos para seguridad, ampliar la estructura de la Justicia federal y obras públicas, entre otros tópicos. Fue la postura que llevaron a la reunión de análisis de los presupuestos que se realizó luego en el recinto del Concejo Municipal, donde la única voz peronista fue la del diputado Marcos Cleri.
Si el punto que pudo unir visiones históricamente contrapuestas fue la defensa de Rosario, no extrañó que luego de la foto algunos de los participantes (los allegados a Javkin muy especialmente) salieran a decir que el próximo gobernador tiene que ser rosarino, sobre todo después de lo que significó la experiencia Perotti.
No es un discurso para llevar a la ciudad de Santa Fe, donde Galdeano pretende realizar próximamente una reunión similar.