La sesión de la Cámara de Diputados que trata la ley ómnibus enviada por el presidente Javier Milei empezó con escándalo. Es que varios legisladores de la oposición –dialoguista y no– denunciaron haber sido insultados por un hombre que seguía el debate desde las gradas y reclamaron su retiro como condición para continuar en el recinto. El titular de la Cámara baja, Martín Menem, primero se resistió a ese pedido, pero finalmente ordenó al personal de seguridad que forzara a irse a esta persona con consenso de todos los presidentes de bloque.
El joven Martín Menem mostró su falta de experiencia en el manejo del conflicto, que se desató cuando este hombre insultó a la legisladora del Frente de Izquierda Miriam Bregman.
Fue la propia Bregman la primera en pedir que se retirara a esta persona y acusó al oficialismo de llevar gente para patotear a los diputados opositores.
Cecilia Moreau, de Unión por la Patria, se solidarizó con Bregman y dijo que los insultos de este hombre habían empezado antes. “Tiene por delante una sesión muy larga, donde me animo a decir que un porcentaje importante de la sociedad argentina nos está mirando, estén favor o en contra del proyecto. Esta sesión tiene que desarrollarse en el marco del debate y del respeto, que implica que nos escuchemos, respetemos los acuerdos y que por favor desalojemos las gradas”, sostuvo la legisladora massista.
Para luego agregar: “Si trajeron barras para insultar a los oradores, sean de la expresión política que sean, 40 años de democracia no fueron en vano”. También pidió que saquen los candados de los ascensores. “Son públicos y no podemos limitarnos en nuestros movimientos”, remarcó.
Quien apoyó el cuestionamiento luego fue el diputado de Hacemos Coalición Federal Miguel Pichetto, que dijo que “los abucheos no son tolerables” y destacó: “Si no, es una cancha de fútbol. Tenemos tres días por delante que van a ser muy difíciles”.
Fue entonces que el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez –Martín Menem lo rebautizó “Pérez”–, planteó que hasta que el agresor no fuera desalojado no podía continuar la sesión.
Martín Menem respondió que él no había escuchado los insultos y que si esta persona volvía a pronunciarlos se comprometía a sacarlo de las gradas. Pero se encontró con la reacción en contra de otros legisladores, entre ellos la diputada de PRO Silvia Lospennato, que le recomendó a Menem retirar al hombre que había atacado a Bregman.
“Estando todos de acuerdo le voy a pedir a la seguridad que le solicite a la persona que se retire y continuamos con la sesión. La seguridad ya tiene la orden de que se retire, podemos continuar, ahí se va”, indicó Menem.
Ahí sí, la sesión pudo continuar.