De madrugada y de forma sorpresiva, el gobierno nacional sufrió un fuerte golpe: el radicalismo, el kirchnerismo y otros bloques opositores dieron media sanción a la reforma jubilatoria que incluye una suba del 8% que la administración libertaria no reconoció por la inflación de enero pasado. El presidente Javier Milei ya anticipó que vetará la iniciativa si llega a convertirse en ley una vez que llegue al Senado.

La reforma se aprobó con 162 votos positivos, 72 negativos, del oficialismo y PRO, y ocho abstenciones. La nueva fórmula jubilatoria que aprobó la Cámara de Diputados es distinta a la que impuso Milei a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 274/2024 en marzo pasado.

La iniciativa, que ahora deberá ser discutida por los senadores nacionales, incluye una recomposición de ocho puntos de los haberes jubilatorios por el pico inflacionario de enero pasado, que trepó al 20,6 por ciento.

Según publicó La Nación, el acuerdo opositor se selló cuando el kirchnerismo deliberadamente permitió que en la votación perdiera su dictamen, que era el de mayoría y el más oneroso en términos fiscales. De este modo, se pasó a votar el primer dictamen de minoría, elaborado por la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, más moderado en su impacto fiscal, que fue el que finalmente obtuvo la media sanción pese al rechazo del oficialismo y sus aliados PRO que advirtieron que el cambio impactará negativamente en el equilibrio fiscal.