Luis “Toto” Caputo, confirmado ministro de Economía del presidente electo Javier Milei, no es un recién llegado a la función pública. Durante el gobierno de Mauricio Macri fue primero secretario de Finanzas y luego ministro de Finanzas hasta 2018, cuando pasó a ocupar la presidencia del Banco Central.
En concreto, su función central dentro del gobierno de Cambiemos fue el de conseguir el financiamiento externo para financiar el “gradualismo” de las políticas de apertura, en reemplazo de la “emisión” que sostenía la economía durante el último gobierno de Cristina Fernández.
Por eso, cuando fue secretario de Finanzas renegoció un acuerdo con los llamados bonistas holdouts por unos US$16.500 millones para regresar a los mercados internacionales. Envalentonado por ese éxito, Caputo luego emitió un bono a 100 años.
Y lo que es más trascendente: durante toda la gestión fue el principal funcionario de la gestión Cambiemos de enlace con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y figura clave en la negociación del polémico préstamo otorgado por el organismo, el más grande en su historia, y sobre el que el actual gobierno carga las culpas por todas las restricciones económicas.
Más allá del volumen de endeudamiento (US$45.000 millones) y las condiciones impuestas por el organismo internacional en términos de devaluación del peso y ajuste del gasto público, existe una investigación interna conducida por el organismo por posible fuga de capitales.
Caputo es licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Durante su carrera en el sector público acumuló experiencia en el banco estadounidense JP Morgan y más tarde en el Deutsche Bank.
Hasta ahora estaba al frente de la consultora económica Anker, en cuyo reciente informe se señaló que descartaría las iniciativas de dolarización, por lo cual se prevé en lo inmediato una hoja de ruta "no disruptiva" para la dinámica del mercado.
Mauricio Macri lo definió como el “Messi de las finanzas”. El economista es primo de Nicolas "Nicky" Caputo, empresario de la construcción y uno de los mejores amigos de Mauricio Macri, que jugó un rol en el triunfo de Javier Milei ante Sergio Massa en el balotaje presidencial.
Es también primo de Claudio Caputo, el fallecido padre de Santiago Caputo, el politólogo de 38 años que trabajó intensamente en la campaña de La Libertad Avanza y al que Milei calificó como el "arquitecto de la victoria".