El sistema electoral norteamericano permite el voto presencial, por correo y adelantado. Estas dos últimas modalidades suelen generar demoras para procesar el sufragio. Y en una elección tan reñida como la de Donald Trump-Joe Biden, es de esperarse una meticulosidad especial. El propio Trump ya levantó sospechas de fraude y no descartó acudir al Tribunal Supremo. El recuento podría demorar varios días más.
Según informó EFE, las elecciones ahora se juegan en un puñado de estados decisivos, que aún deben contabilizar los votos enviados por correo y del voto adelantado, justamente los dos tipos de sufragio que requiere más tiempo de procesamiento.
Ya los estados clave de Pensilvania, Michigan y Wisconsin avisaron de que necesitarían días para contar todos los votos, debido en parte al aumento del sufragio por correo a raíz de la pandemia. Tampoco había una tendencia clara aún en otros dos estados clave, Georgia y Carolina del Norte.
Según las proyecciones mediáticas, Biden será el primer demócrata en ganar Arizona en unas elecciones a la Casa Blanca desde 1996, mientras que Trump dejó claro su dominio en el estado clave y rico en delegados de Florida, impulsado en parte por el voto de muchos estadounidenses de origen cubano y venezolano.
El optimismo de Biden
"Como he dicho muchas veces, no es mi responsabilidad o la de Donald Trump declarar quién ganó estas elecciones, eso lo deciden los estadounidenses, pero soy optimista sobre el resultado", aseguró Biden desde Wilmington (Delaware), donde reside, en una breve aparición ante la prensa junto a su esposa Jill.
El Partido Demócrata confía en que, cuando acabe el recuento, Biden tenga en torno a 290 votos electorales, veinte más de los necesarios para proclamarse presidente de los Estados Unidos.