Por primera vez en la cúpula de la mezquita en Jamkaran, ciudad iraní sagrada chiíta de la provincia de Qom, flameó una bandera roja, emblema que indica la sangre derramada injustamente y también representa llamado a vengar las muertes.
Fue la propia televisión estatal iraní la que transmitió las imágenes, horas después de que se anunciara la muerte del líder militar iraní Qasem Soleimani.
El ex comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria era considerado como un mártir en el país, tras ser asesinado por un ataque estadounidense.
La bandera tiene grabada la leyenda “los que quieran vengar la sangre de Hussein”.
El imán Hussein, el más venerado en el Islam chiíta, es el sobrino del profeta Mahoma. Y según la tradición, fue asesinado y decapitado en el siglo VII, junto con decenas de sus seguidores en la batalla de Kerbala, conflicto que marcó la separación de los sunitas.