Los demócratas anunciaron que abrirán una investigación de juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por haber traicionado la seguridad nacional, tras la revelación de que bloqueó fondos a Ucrania y de que habría coaccionado a ese país para que se investigue al ex vicepresidente Joseph Biden, su potencial adversario electoral en los comicios del año próximo.
La presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, fue la encargada desde el Congreso de anunciar y justificar la polémica medida tomada por los legisladores liberales.
"Anuncio que la Cámara de Representantes inicia de manera oficial una investigación de juicio político", apuntó Pelosi en una declaración a la prensa, después de reunirse con el caucus demócrata de la Cámara de Representantes.
"El presidente debe rendir cuentas; nadie está por encima de la ley", agregó. Pelosi defendió su decisión al asegurar que las acciones de Trump han sido una "traición a su juramento del cargo, a la seguridad nacional y a la integridad de las elecciones".
Trump, que se encuentra en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, reaccionó rápidamente al anuncio de Pelosi y calificó el inicio de las pesquisas para abrir un juicio político contra él de "basura" y "caza de brujas".
"Un día tan importante en las Naciones Unidas, tanto trabajo y tanto éxito, y los demócratas tenían que arruinarlo a propósito y despreciarlo con más basura de la caza de brujas en una noticia de última hora. ¡Muy malo para nuestro país!", tuiteó Trump.
Hasta ahora el mandatario negó las acusaciones, un duro golpe para un presidente que ha empeñado gran parte de su mandato negando acusaciones de que se benefició de acciones de interferencia electoral auspiciada por Rusia para vencer sorpresivamente a su rival demócrata Hillary Clinton en las elecciones de 2016.
A pesar de que hasta ahora Pelosi se había mostrado reticente al juicio político por considerarlo "extremadamente divisivo", la líder demócrata consideró que los "hechos" acreditan la decisión tomada.
De hecho, antes de la comparecencia de Pelosi, Trump auguró que un juicio político le podría beneficiar de cara a los comicios de 2020.
"Nuestro país lo está haciendo mejor que nunca y ellos (los demócratas) van a perder las elecciones y se inventaron esto", dijo el presidente a la prensa.
El anuncio de la apertura de una investigación para iniciar un proceso de destitución llega tras la revelación de que Trump bloqueó fondos de asistencia a Ucrania y de que habría coaccionado a ese país para que se investigara a Biden y a su familia.
En los últimos días han ido trascendiendo detalles a cuentagotas sobre una conversación telefónica de Trump mantenida con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, a finales de julio pasado.
Hoy, el mandatario republicano dijo que ordenó que se divulgue la "transcripción completa" y "desclasificada" de su llamada con Zelenski, tratando así de contener el revuelo político generado en los últimos días.
"Cuando vean (el contenido de) la llamada, que asumo que verán en algún momento, lo entenderán. La llamada fue perfecta. No podía haber sido más agradable", aseveró Trump en Twitter.
El viernes pasado, The Wall Street Journal publicó que Trump llegó a pedir hasta ocho veces a Zelenski que trabajara con su abogado personal, Rudy Giuliani, para investigar a Hunter Biden, hijo de Biden, al que acusa de corrupción en Ucrania.
Esta revelación se conoció después de la queja interna presentada por un miembro de la inteligencia estadounidense acerca de un intercambio de Trump con un dirigente extranjero.
Ayer, The Washington Post publicó que Trump ordenó a su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, bloquear pagos de casi 400 millones de dólares a Ucrania antes de hablar con Zelenski.
Los fondos, una partida de 250 millones de dólares del Pentágono para armamento y otra de 141 millones de dólares para seguridad marítima, ambas aprobadas por el Congreso, fueron finalmente transferidos a Ucrania el pasado 11 de septiembre.
Según cálculos de medios de comunicación locales, 163 de los 235 legisladores demócratas de la Cámara Baja ya han hecho público su apoyo al proceso de juicio político, conocido en Estados Unidos como "impeachment".
Se necesitaría contar con 218 votos, la mayoría simple de la Cámara de Representantes que está controlada por los progresistas, para iniciar el procedimiento.
Asimismo, el predominio republicano en el Senado, que debe también aprobarlo, supone que la iniciativa no saldría adelante.
En la historia de Estados Unidos, tres presidentes fueron sometidos a un juicio político y dos fueron absueltos: Andrew Johnson, en 1868; y Bill Clinton, entre 1998 y 1999; y Richard Nixon, quien renunció en 1974 al comenzar el proceso tras el escándalo del Watergate.