Fue un gesto de fuerte respaldo político el viaje exprés que el presidente Alberto Fernández hizo a Santa Fe para acompañar la jura de Omar Perotti y Alejandra Rodenas como gobernador y vice de la provincia.
El jefe del Estado participó solo de una parte del acto, pues debía también llegar a Paraná para la asunción del gobernador entrerriano Gustavo Bordet. Pero le alcanzó para dar un discurso en el que anunció que se buscará la manera de que Santa Fe administre la Hidrovía, elogió tanto al gobernador saliente Miguel Lifschitz –muy criticado por Perotti– y al entrante, y prometió ayudar desde la Nación a Santa Fe.
“Estoy seguro de que Lifschitz hizo todo lo mejor posible”, dijo, y lo calificó como un gobernador al que quiere y respeta. “Estoy seguro de que Omar va a poner todo para que Santa Fe esté mejor”, marcó sobre su “entrañable amigo”. “Desde la Nación vamos a ayudar a Omar todo lo que podamos porque eso es ayudar a los santafesinos”, remarcó.