Tras la crisis política que estalló tras la derrota electoral del domingo y derivó en la presión por realizar cambios en el gabinete nacional, el presidente Alberto Fernández, finalmente rompió el silencio y salió a marcar la cancha. Dijo que escuchó el mensaje de las urnas y aclaró que la gestión seguirá bajo su mando y a su modo.
“He oído a mi pueblo”, aseguró Fernández en un largo hilo de Twitter que publicó este jueves al mediodía, tras haberse mostrado con el gobernador san juanino Sergio Uñac y haber conseguido la suspensión de la marcha de las organizaciones sociales en Plaza de Mayo.
“La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido”, aseveró, tras las presentaciones de renuncia de los ministros kirchneristas.
“La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi”, dijo y sostuvo que “seguiré garantizando la unidad del Frente de Todos”. Agregó que “no es tiempo de plantear disputas”.
“Es tiempo de que nuestra única obsesión sea promover la prosperidad de los hombres y mujeres de nuestra Patria.
Agradeció el apoyo “de gobernadores, de intendentes, de dirigentes del movimiento obrero y de la ciudadanía en estas horas”, pero pidió –en referencia a la marcha suspendida– canalizar esa energía en la construcción de “una épica militante que ayude a argentinos y argentinas a desentrañar el dilema que se nos plantea en noviembre”.
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