La causa provincial que el año pasado puso la lupa otra vez sobre el patriarca del clan Cantero, Ariel "el Viejo" Cantero, y a una estructura de negocios ilícitos de alrededor de 40 personas, tuvo dos condenas esta semana. Ambas por acuerdo de partes. Primero fue Viviana Roxana Camejo (48), una mujer que recibió 5 años y 6 meses de prisión por hacerse cargo de haber regenteado un puesto de venta de drogas en Biedma al 2800, emprendimiento manejado por su suegro Nelson “Pandu” Aguirre, uno de los cabecillas de la asociación ilícita. Luego fue el turno de Yair Agustín Vera (20), quien este miércoles acordó 4 años y 6 meses de prisión como miembro de la banda y tenencia de arma en un juicio abreviado homologado por el juez José Luis Suárez.
Así, la causa de los fiscales Valeria Haurigot y Franco Carbone ya tiene tres condenas. El primero fue Leonardo Dalmacio Saravia, conocido en el hampa local como Leo Rey, que el mes pasado acordó cuatro años, también por asociación ilícita. Leo Rey, considerado como uno de los mayores proveedores de droga de Villa Banana y Vía Honda, fue detenido en marzo junto a 24 personas por la Policía Federal Argentina (PFA) en un operativo denominado Jaque Mate, en el cual secuestraron 25 kilos de cocaína que se trasladaban desde el territorio porteño hasta Rosario.
En el caso de Yair Vera, radicado en Villa Constitución, la Fiscalía lo ubicó como vendedor de drogas al menudeo y responsable del ocultamiento de armas. Yair, señala el expediente, reporta a su padre, Marcos Daniel Vera, quien detenta un rol “fundamental” para que Pandu Aguirre y su tropa puedan realizar sus actividades ilícitas con la venia del Viejo Cantero y su esposa Bibiana “la Bibi” Montero. Además, Marcos es “jefe” de una subestructura afincada en Villa Constitución, su “zona de trabajo”, donde regentea puestos de venta y compra y venta de armas de fuego, siempre según el organigrama de la Fiscalía.
Los Vera, según la causa, eran cercanos a Jonatan “Patito” Velázquez, Sebastián “Piquito” Gómez –remisero que se encargaba el traslado de dinero que la banda generaba en forma ilegal–, y Leonardo Pucheta. Este último, representante de la Asociación Civil El Ceibo que, según la Fiscalía, realiza actividades "bajo apariencia de licitud" que permiten reforzar el liderazgo de Ariel Cantero.
Un diálogo interceptado el 24 de febrero de 2022 entre Marcos y su hijo Yair no dejó lugar a dudas del rubro delictivo y del acatamiento del joven a las órdenes de su padre.
Yair: “Escuchá, lo de 50 ya lo repartí; lo otro lo dejo todo para preparar”.
Marcos: “Sí, dejalo para preparar”.
Yair: “Dejo 150”
Marcos: “Dejalo bien picado y dejalo con un poquito de coso”.
Yair: “De piedrita. Anda bien, vos la olés así nomas y el olor te pega”.
Marcos: “Le hacés así y tiene un aceite; fijate que no tiene ningún residuo”.
Yair: “Sí, no quiero ni tocarla. La tengo, la saco. Lo justo y necesario”.
Marcos: “No te vas a poner a tomarla. Esta semana te voy a pedir que te pongas a trabajar a full”.
Yair: “La otra vez renegué para juntar; quiero hacer todo derechito, así me empieza a quedar la plata”.
Marcos: “Bueno, dale”.
El mismo día, Yair ofrece su producto a un hombre no identificado: “Tengo ahí una mercadería pura, si te interesa. Puranga, puranga. ¿Qué precio te sirve a vos? Pura, qué precio te sirve para laburar ahí, decime a ver. Fijate que le podés mandar lo que se te cante el culo que no van a sentir nada. Venite, mirala, date una vuelta después y te muestro. Es la que están vendiendo en las bolsitas chiquitas que traen de Rosario”.
Yair fue detenido el 27 de abril de 2022 en barrio Las Chapitas de Villa Constitución. En su domicilio, la policía secuestró una pistola calibre .22, lo que le valió una acusación por tenencia de arma. Actualmente, está alojado en la cárcel de Piñero.