El homicidio del transportista Julio César Reybet (37), cometido el martes frente a un lavadero de Cafferata al 2900, en barrio San Francisquito, posee elementos inusuales que en principio lo distinguen de otros hechos con mecánica similar en el rubro violencia urbana. A saber: el secuestro, en la escena del crimen, de un novedoso dispositivo para escanear iris, relacionado con el mundo de las criptomonedas. Y la presencia de dos hombres del Gran Buenos Aires, que acompañaban a la víctima fatal y resultaron lesionados por las balas. Si estas circunstancias están relacionadas con el móvil del asesinato, es una cuestión a develar por los investigadores.
El caos se desató antes de las 18 en esa cuadra del oeste rosarino, donde desde una moto de mediana cilindrada dos sicarios dispararon a mansalva, hiriendo a cuatro varones que estaban fuera del lavadero. Reybet, quien según testimonios vivía en Funes, se llevó la peor parte. Recibió un tiro en la cara y en el Heca solamente pudieron notificar su muerte.
Reybet, se indicó, era transportista, pero no estaba clara su relación con el mundo del tráfico de información biométrica, es decir, con el escaneo de personas que ponen a disposición el iris, una huella digital, a cambio de unos pocos pesos, que luego es utilizada con fines que desconocen.
En ese sentido, fuentes policiales indicaron que en el lavadero donde limpiaban los colectivos de la víctima, la PDI secuestró un Orbe, una esfera de aspecto futurista, el complejo dispositivo informático utilizado para realizar dicho escaneo. El insólito hallazgo dejó perplejos a los investigadores locales, que pretenden peritar el aparato.
El escaneo de iris, un polémico proyecto tecnológico encabezado por la empresa global Worldcoin, además de alimentar fantasías distópicas, se transformó en un negocio regenteado por transportistas que juntan contingentes de personas con necesidades económicas y las trasladan a Buenos Aires para realizar el procedimiento a cambio de unos pesos y viandas. Los ofrecimientos de viajes por parte de oscuros promotores abundan en Facebook. La ganancia, acaso, sea la generación de “tokens” en criptomonedas generadas por cada impresión y la posterior reconversión en moneda extranjera. Acaso, el orbe de San Francisquito haya sido el primero que había llegado a Rosario: en el barrio, el comentario señalaba que “pagaban 15 mil pesos” por someterse a esta práctica, según pudo saber Rosario3.
Vale aclarar que Reybet, oriundo de barrio Ludueña, estaba acompañado de dos hombres con domicilio en el Gran Buenos Aires, quienes resultaron heridos y se encontraban internados en el Heca.
Uno de ellos es Gustavo Maldonado (53), oriundo de Glew, que recibió un disparo en la zona lumbar.
Kevin Noriega (24), radicado en el barrio Villegas de Ciudad Evita, sufrió un tiro en un brazo y también fue atendido. Además, trascendió que sobre su persona tenía un pedido de captura por robo calificado a solicitud de la Justicia bonaerense.
Un tercer hombre, Alberto Quiroga (60), fue alcanzado por un proyectil en un glúteo y el pie derecho, y fue trasladado al Hospital Centenario, donde constataron que tenía cuentas pendientes con la Justicia Federal por la ley de drogas.
No muy lejos de la escena del crimen, en pasaje Amazonas al 3100, el Comando reportó la detención de dos sospechosos que quedaron a disposición de la fiscalía.
De entrada, hay elementos que los comprometen, como una pistola Taurus 9 milímetros con numeración limada, y de una Honda Titan con pedido de secuestro por haber sido robada, el mismo modelo que testigos vieron en Cafferata al 2900.