Un fiscal federal pidió que un transero de Santa Fe y su novia sean enjuiciados por comercio de estupefacientes a partir del hallazgo de poco más de 100 gramos de cocaína en un allanamiento de diciembre de 2022. El punto sobresaliente del escrito del fiscal Walter Rodríguez sobre la causa que se le sigue a José Matías “Tucu” Ruíz lo dan las transcripciones de escuchas telefónicas, donde el hampón hace gala del estilo de vida gángster y hasta asegura que le ofrecieron pilotear a los “sicarios de los Monos”, oferta que rechaza por para no involucrarse en la violencia extrema de la narcocriminalidad local. Y hasta se atribuye ser el autor de un homicidio de hace ocho años, sin saber que la Policía Federal monitoreaba las comunicaciones.
De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio (REJ), esta causa contra Tucu Ruíz y su pareja Stefania Peñaloza surgió con una denuncia anónima al juzgado federal de Morón, Buenos Aires. Un informante aseveró que Tucu aprovechaba sus salidas transitorias del penal de Marcos Paz para comerciar cocaína en un sector del conurbano bonaerense y en Capital Federal. Droga que, según el anónimo, le proveía en Rosario la gente de Guille Cantero, jefe de los jefes de los Monos, alojado también en Marcos Paz.
En Santa Fe, Tucu Ruiz había sido condenado en marzo de 2021 a cuatro años de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, por lo que fue alojado en Marcos Paz.
Para abril de 2022, consiguió salidas transitorias para “afianzar y mejorar sus lazos familiares y sociales”, para lo que se le concedieron dos salidas mensuales: una de 24 horas bajo la tuición de su pareja, y otra de 48 horas bajo palabra de honor.
Ya en junio, le otorgaron permisos que incluyeron una salida mensual de 72 horas bajo palabra de honor, período en el que debía cumplir pautas de conducta como "evitar relacionarse con personas vinculadas al expendio y/o consumo de estupefacientes". Para octubre, el tribunal valoró su “proyección laboral y habitacional, y contención familiar ante un eventual egreso”, por lo que resolvió otorgarle la libertad asistida.
El fiscal dijo que Tucu Ruiz “hizo casi todo lo contrario”.
“No sólo construyó lazos de naturaleza delictiva con integrantes Los Monos, sino que llevó a cabo una serie de acontecimientos de la misma naturaleza de aquellos que justificaron la imposición de una sanción penal”, evaluó el funcionario del Ministerio Público Fiscal (MPF).
El 30 de septiembre a Tucu lo engancharon en una conversación con un tal Tordo. No tuvo reparos en definirse: “Yo soy delincuente, toda mi vida fui delincuente, yo ando matando gente, tirando tiro, vendo droga, eh, robo”. Y enseguida sigue con el tema de conversación: “Voy a llevar dos 9 más; los vamos a afeitar. Yo no quiero agarrar un fierro porque yo sé lo que hago, bolu”.
En una escucha con un tal Héctor, ya en noviembre, Tucu asevera que, tras “no tener un peso” cuando salió de Marcos Paz, ya contr6ola “casi la mitad de Santa Fe” y que el mundillo narcocriminal “se pelea por darle una mano”. También confiesa que su estilo de negocios “no es tirar tiros”, por lo que declinó –siempre según las escuchas– el puesto de “jefe de sicarios” del clan Cantero.
“Me dieron para que pilotee todos los sicarios de los Monos, bolo –le asegura Tucu a Héctor–. Pero mi mujer no quiso que me meta. Iba a volver en cana, mi mujer me dijo «no, ya fue»”, presintió el santafesino, que aseguró que un tiempo estuvo “en ese mambo” en Rosario.
Según Tucu, los Monos “quieren un vago grande que no se drogue” como capataz porque “los wachos están haciendo cualquiera”. Y acaso reprocha que “los pibes de Rosario quieren meter corte mafia a todos los penales”.
“No quise saber nada, Negro, prefiero estar así medio con lo justo”, confiesa el santafesino sobre esta oferta que no fue.
Aunque tuvo la cautela de no involucrarse en el narcomenudeo de Rosario, donde la muerte es la moneda de cambio, cometió un error garrafal, porque las comunicaciones sobre sus negocios y compra de vehículos estaban siendo monitoreadas. En diciembre, lo allanaron en barrio 29 de Abril, y le secuestraron 107 gramos de cocaína, anotaciones y otros elementos propios del rubro.
Además, un peritaje a la Bersa Thunder –con numeración limada– que le secuestraron en el allanamiento arrojó que la pistola había sido utilizada para matar a Julio Oscar Aquino, un crimen cometido el 24 de abril de 2016 en Hilarión de la Quintana y San Martín, en Rosario. Ello pudo demostrarse a partir del cotejo de las vainas incautadas en ese hecho de “características mafiosas”, según las crónicas de aquel caso. Esa información fue remitida a la Fiscalía local.
Pero también en una escucha de septiembre, Tucu se involucra en un crimen de la década pasada cometido en la ciudad de Santa Fe, barrio Barranquitas.
"Yo se lo mate a Matías González, nunca se enteraron de nada, la Jesi –novia de la víctima– sabía, se lo maté ahí en Barranquitas el más carteludo que tenían, un tiro en la cabeza le dí, con el Cani. Después lo maté al Cani jaja", cuenta el Tucu Ruiz. La referencia remonta a octubre de 2014, cuando Rodrigo Matías González fue ejecutado delante de su novia, mientras conducía una moto en la zona oeste de Santa Fe. La víctima recibió un disparo en la cabeza el 19 y falleció el 25 de octubre en el hospital Cullen.