Un episodio de violencia urbana ocurrido en el mediodía de este martes en barrio Puente Gallego puso en alerta al sindicato de Médicos Amra, ya que el incidente incluyó balazos y tuvo lugar a metros del centro de salud Sargento Cabral, ubicado en calle Piamonte al 3100 (Ovidio Lagos al 7500). Este miércoles, el centro de salud no abrió sus puertas.
El personal que atiende en esa institución –que depende de la provincia– debió echarse cuerpo a tierra cuando escuchó detonaciones de armas de fuego en plena labor. Al parecer, y según fuentes policiales, los tiros se dieron durante un altercado entre habitantes de ese barrio del extremo sudoeste. El motivo: un conflicto con un caballo.
Este miércoles por la mañana, el lugar permaneció cerrado por paro. "Los vecinos vinieron a atenderse y hay malestar", dijo uno de los trabajadores del lugar al móvil de Radiópolis (Radio2).
El episodio, calificado de “lamentable”, por el sindicato ameritó el cierre temporario del centro de salud, indicó el gremio.
Además, según un comunicado de prensa, Amra resolvió convocar a una reunión para este miércoles “con carácter de urgencia” en el Nodo de Salud a los fines de que el Poder Ejecutivo “garantice la paz social, no sólo en los establecimientos sanitarios con mayor presencia policial, sino también en toda la ciudad”.
“De no ser así –advirtió el sindicato– se volverá realmente una misión imposible para nuestros compañeros y compañeras poder brindar un servicio tan básico como la salud en una Rosario que desborda por todos lados y que no garantiza, siquiera, las mínimas condiciones para poder trabajar tranquilos”.
Según pudo averiguar Rosario3 a partir de fuentes del caso, frente al centro de salud hubo un altercado entre un hombre –que llegó en moto junto con una mujer– y otra mujer que iba a pie. El agresor sacó un revólver y efectuó varias detonaciones al aire al grito de “a los sapos hay que matarlos a todos” –sapo en la jerga narco de Colombia significa traidor o delator–.
De la escena no se recolectaron vainas servidas ni hubo personas heridas, pero los tiros sumieron en el terror al personal de salud y pacientes, entre ellos, una mujer embarazada, que estaban a metros del lugar.
En el procedimiento policial intervino personal de Policía de Acción Táctica (PAT) y de la comisaría 21ª, por razones de jurisdicción.