Un grupo religioso de estadounidenses que residen en Rosario y que pretendían regresar este domingo a su país generó tensión durante un operativo dispuesto para reforzar controles antes de su partida en micro hacia Ezeiza, donde debían tomar un vuelo por la noche.
Según relevó el móvil de El Tres, el procedimiento se realizaba a media tarde frente a la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, de calle San Juan casi Iriondo, donde unos 40 extranjeros se disponían a tomar un ómnibus rumbo al principal aeropuerto de la Argentina.
Personal de la Secretaría de Control municipal, Gendarmería, y las policías Federal y de Santa Fe iniciaron una revisión preliminar a la espera de agentes de la Dirección Nacional de Migraciones, encargados de constatar los permisos que los misioneros mormones esgrimían para marcharse.
Pero además, se pretendía, previa identificación de cada uno, determinar si alguno de ellos había viajado recientemente a Estados Unidos o algún otro país que obligara a guardar aislamiento estricto.
No obstante, casi todos los religiosos, que estaban ataviados con barbijos, decidieron subir al micro de todas formas aunque el vehículo permaneciera retenido en ese sector del barrio Echesortu, también por una negativa de los choferes de trasladarlos al tratarse de personas extranjeras y con el miedo de contraer el virus covid-19.
Finalmente, y una vez completados los controles de rigor, el ómnibus salió hacia destino escoltado de varios móviles policiales y municipales, al menos hasta el acceso a la autopista.
La comunidad religiosa, cuyos miembros en cuestión vivieron en Rosario durante los últimos dos años, rentó un avión que los esperaba en Ezeiza para despegar cerca de las 21, horario que ya no era posible cumplir ya que el coche salió poco antes de las 19. El vuelo, al ser privado, se reprogramó para este lunes a las 9.