Cristian Rodolfo López tiene 25 años, es soldador en una empresa vinculada a la maquinaria agrícola y este lunes fue formalmente acusado de haber sido el presunto coautor de dos asesinatos en ocasión de robo, el del arquitecto Joaquín Pérez y del comisionista Ariel del Luján Simoncini, perpetrados en octubre de 2021 y enero de 2023, respectivamente, que tuvieron mecánicas parecidas. El juez Florentino Malaponte lo dejó preso por el plazo de ley y afronta un pedido de prisión perpetua.
López fue arrestado por la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones en la casa de su familia, en Garzón al 1300 bis, en el barrio Los Pumitas, a muy pocas cuadras de Olivé y Flynn, donde junto a un cómplice dejaron abandonado el Clio de Joaquín Pérez en la noche del 19 de octubre de 2021, luego de haberlo matado de dos tiros en Muñiz al 1200.
El fiscal Adrián Spelta pudo imputar al sospechoso luego de un aporte vital de información recolectada sobre la base de testigos de identidad reservada que, al ver que el Ministerio Público de la Acusación recordaba el ofrecimiento de una recompensa de 10 millones de pesos por datos, se acercaron a contar lo que sabían sin la pretensión de cobrar el dinero.
“Se hizo presente, dijo que no pretendía la recompensa. Dijo que al ver el video de la mediatización de la recompensa y tener conocimiento, quería sacarse el remordimiento que tenía”, remarcó Spelta.
Los testimonios fueron aportados en octubre y sindicaban a López como el conductor de la moto usada en el homicidio del arquitecto. Sin embargo, al dar cuenta de las fechas en las que el sospechoso habría participado, se entrecruzaban con la del crimen del comisionista Ariel del Luján Simoncini –ejecutado de dos tiros el 7 de enero de 2023 en Matheu y Zelaya por sicarios que lo citaron para concretar la falsa venta de una moto y lo despojaron de la plata que había llevado encima, uno 950 mil pesos y 3 mil dólares–.
“Un hombre nos hizo saber que esta persona (el acusado) le había hecho llegar una moto para que la esconda. Pero toda la mecánica, de que habían hecho venir a la víctima desde Roldán, y que la habían abordado en motos, similar a lo de Joaquín Pérez, era por Simoncini”, explicó el fiscal en conferencia de prensa desde el Centro de Justicia Penal.
Spelta añadió que al tomar nuevos testimonios de identidad reservada, las personas que apuntaron a López como el conductor de la moto desde la que se mató al arquitecto también lo sindicaron por haber participado en el asalto en el que mataron a Simoncini. Después de ambos ataques, el imputado buscó dejar su moto en un domicilio ajeno, y quienes lo conocían, se negaron, porque sabía que lo usaba para salir a robar, a veces, junto con su novia.
En el caso del asesinato de Simoncini, además, López fue visto con dinero en efectivo que habría cobrado por participar en el plan criminal.