La causa por el resonante doble crimen del presunto narco Luis Medina y su novia Justina Pérez Castelli, ocurrido el 29 de diciembre de 2013, cobró relevancia en las últimas horas, cuando en el Ministerio Público de la Acusación asignaron la investigación a la unidad fiscal de Gravedad Institucional. La decisión fue tomada este lunes ante "nuevas evidencias" que vincularían a Esteban Lindor Alvarado, otro presunto narco, con el doble homicidio.
El nombre de Alvarado, que figuró desde los inicios de la investigación por los asesinatos en 2013, volvió al centro de la escena este lunes, cuando desde la Oficina de Coordinación de Unidades Fiscales ordenaron trasladar la causa que tenía el fiscal Marcelo Vienna, de la unidad NN (Imputados No Individualizados), a la de Gravedad Institucional. "Existen nuevas evidencias que permiten avanzar en la investigación del hecho ocurrido en diciembre de 2013", indicaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Alvarado fue imputado en febrero pasado por ser el presunto ideólogo del homicidio del prestamista Lucio Maldonado, quien fue hallado muerto en inmediaciones de Circunvalación y Oroñó. El cuerpo fue encontrado boca abajo, maniatado, con un tiro en la cabeza y dos en la espalda. Entre sus ropas se secuestró un cartel con el mensaje "Con la mafia no se jode", visto en los atentados perpetrados contra la justicia provincial entre mayo del año pasado y enero de este año.
Ahora la Justicia avanza sobre la posible pista de que Alvarado habría tenido alguna vinculación con el doble crimen de Medina y Pérez Castelli. Las víctimas, en aquel entonces, circulaban en un Citroën DS3 rojo en el acceso sur y Ayolas, cuando fueron acribilladas de 18 balazos desde una moto.
Tanto en el viejo sistema procesal penal como en el nuevo no hubo ni hay personas imputadas por el doble homicidio. Tampoco que hayan sido citadas a indagatoria.
En el sangriento ataque no estuvo clara la cantidad de personas que participaron. Sí trascendió que a la novia de Medina le robaron su celular, aunque no se supo si fueron quienes asesinaron a la pareja o gente que llegó al lugar.
La jueza que estaba de turno aquel 29 de diciembre de 2013, María Luisa Pérez Vara, terminó condenada a un año de prisión en suspenso por incumplimiento de los deberes de funcionario público e inhabilitada por dos años para ejercer cargos públicos. Es por no haber atendido los llamados que le hicieron por el doble crimen; cuando contestó dijo que estaba enferma, sin embargo, estaba en Cariló.
En los momentos y días posteriores al doble homicidio ocurrieron hechos confusos. Entre ellos, la intervención a la computadora del fallecido por parte de dos funcionarios provinciales –Javier Echaniz y Martín Degratti– que dependían del Ministerio de Gobierno provincial y un allanamiento sin orden judicial hecho por la División Judiciales en el country de Pilar donde vivía la pareja. Por el último episodio, hubo agentes que quedaron demorados en Buenos Aires por presunto abuso de autoridad.
Por las muertes de Medina-Pérez Castelli llegó a ser sospechado Darío "Oreja" Fernández, un hombre señalado como un sicario de Alvarado. El 28 de noviembre de 2015 fue encontrado muerto en un terreno descampado de barrio Rucci. Presentaba una herida de bala en la cabeza y el cuerpo tenía signos de tortura.
Medina fue investigado por la justicia Federal por narcotráfico, pero nunca cayó detenido ni fue imputado por ese delito.
En tanto, Gustavo Castelli, el padre de Justina Pérez Castelli –suegro de Luis Medina– fue asesinado de una forma mafiosa en abril de 2016 en Circunvalación y Mendoza, al lado de un carrito de venta de sándwiches que sería de su propiedad. Además de recibir impactos de bala, el atacante le realizó un corte en una de sus orejas. Por ese hecho tampoco hubo personas imputadas.