Un profesional de la salud de 29 años identificado como Mariano Scali fue condenado a siete años de prisión como autor de delitos contra la integridad sexual cometidos en perjuicio de una paciente menor de edad en la ciudad de Santa Fe. Así lo dispuso por unanimidad el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Nicolás Falkenberg (presidente), Pablo Busaniche y Jorge Patrizi en el marco de un juicio oral que finalizó ayer en los tribunales de la capital provincial.
Scali fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal. Además, el tribunal resolvió imponerle su inhabilitación absoluta de por vida para el ejercicio de su profesión. La fiscal que estuvo a cargo de la investigación del caso es Yanina Tolosa.
Las funcionarias del MPA informaron que “Scali fue condenado por el mismo delito que habíamos solicitado desde la Fiscalía. Si bien habíamos pedido 10 años de prisión, entendemos que el monto de la pena es razonable porque se trata de un tipo penal que está reprimido con una pena de 6 a 15 años”. En tal sentido, aclararon que “aguardaremos los fundamentos de los magistrados”.
En un consultorio
“El hecho que investigamos fue cometido alrededor de las 18 del miércoles 4 de abril del año pasado. La víctima concurrió a un turno médico en una clínica ubicada en el microcentro de la ciudad de Santa Fe, en la que el acusado se desempeñaba como profesional de la salud”, precisó la fiscal Tolosa.
“Con la excusa de estar realizando maniobras kinesiológicas en la adolescente, Scali la agredió sexualmente mientras estaba en la camilla de su consultorio”, indicó la funcionaria del MPA acerca del delito que se le atribuyó al condenado.
Asimismo sostuvo que “al analizar el grado de culpabilidad tuvimos en cuenta la gravedad del hecho en el marco de la atención kinesiológica y de la condición de profesional de la salud, más allá de la diferencia de edad con la víctima que, al momento del ilícito, era menor de edad”.
Violencia de género
Luego de la lectura de la sentencia, las fiscales manifestaron que “este caso estuvo altamente atravesado por prejuicios y estereotipos de género, una cuestión que tenemos que empezar a desterrar como sociedad”. Y remarcaron que “preguntar por qué alguien no se resiste o por qué no actúa de una determinada manera ante un caso de abuso es algo que no podemos seguir tolerando”.
“No nos parece menor instar a todas las niñas a que denuncien los malos tratos y a que se animen a atravesar las instancias de ayuda, porque la justicia les va a dar una respuesta”, agregaron las fiscales.
Por otro lado, Tolosa también recordó que “llevamos a la audiencia evidencias que acreditaron que el delito que investigamos ocurrió tal como la víctima lo había relatado”. En ese aspecto, subrayó que “a las víctimas siempre las escuchamos y siempre les creemos, aunque en ocasiones no tenemos pruebas contundentes para llegar a juicio, algo que no implica que el hecho no haya ocurrido”.
La funcionaria del MPA concluyó que “con la fiscal Del Río Ayala teníamos el caso cerrado y estuvimos convencidas en todo momento de que íbamos a lograr una condena”.
Restricciones
Con respecto a las normas de conducta que se le impusieron al condenado hasta que quede firme la sentencia, la fiscal que “deberá fijar domicilio, no tener ningún tipo de contacto con la víctima y tendrá prohibido salir del país. También se le impuso inhabilitación absoluta de por vida para ejercer su profesión”.