La escalada de violencia parece no tener fin. En lo que va del año hubo 242 homicidios en el departamento Rosario, según datos del Observatorio de Seguridad Pública, y los últimos nueve ocurrieron entre el domingo y este viernes a la madrugada. En uno de esos casos la víctima fue una mujer que recibió al menos un disparo mientras tomaba mate con su esposo en la parte delantera de su casa de construcción precaria de Villa Manuelita.
Siete de los nueve casos ocurrieron durante el turno de la fiscal de Homicidios Dolosos Georgina Pairola, que dictó las medidas investigativas. Es probable que algunos de esos hechos sean derivados a otros funcionarios del Ministerio Público de la Acusación para hacer un reparto equitativo de carga laboral.
La sangrienta saga comenzó el pasado domingo en Ayolas y Circunvalación, donde fueron acribillados César Luis Pucheta (39 años) y Ramón Gregorio Benítez (37). Las víctimas estaban dentro de una casa en la que irrumpieron los sicarios, según los datos recolectados por los investigadores policiales. En el mismo ataque resultó herida una mujer de 41 años que recibió un tiro en la axila derecha, por lo que tuvo que ser trasladada al Hospital Provincial.
En la escena del doble homicidio fueron secuestradas 18 vainas calibre 9 milímetros y siete plomos deformados, de acuerdo a la intervención del gabinete científico de la Agencia de Investigación Criminal.
Después del feroz ataque se conoció que el hermano de César Pucheta es Leonardo Pucheta, que está imputado y preso desde mayo pasado por la investigación contra la presunta organización liderada por Máximo Ariel “El Viejo” Cantero, fundador histórico de Los Monos. Otro familiar, José Damián Pucheta, cumple una condena a prisión perpetua por haber perpetrado un doble asesinato el 1° de enero de 2018 en Grandoli al 3600, en la zona sur.
El apellido Pucheta está mediáticamente relacionado al mote despectivo de “Comegatos” que comenzaron a tener los rosarinos en la década del ‘90, ya que un integrante del clan apareció en televisión en 1996 asando gatos en una parrilla del Bajo Ayolas, donde fue el doble homicidio del domingo pasado. La “noticia” se desnudó como falsa poco después. Las versiones mencionaron el pago de 100 pesos de entonces a los que habían aceptado salir en cámara. Ese dato fue repetido hasta por el propio Carlos Menem.
Otro de los crímenes de la saga que escaló desde el domingo pasado fue el que tuvo lugar el lunes por la noche en Carranza al 800, donde acribillaron de siete tiros a Mario Alejandro Martínez, de 37 años. La víctima no vivía en el pasillo donde fue el ataque, pero sí a pocas cuadras. De acuerdo a testimonios recolectados en el barrio por investigadores, hacía venta de droga al menudeo en esa zona.
Ese mismo lunes hubo una feroz balacera en la esquina de Olivé y Polichiso en la que resultaron heridos de bala dos hombres y una joven que estaban en la puerta de una casa. Todos fueron llevados al Hospital Centenario, y uno de ellos murió por un impacto que sufrió en la cabeza. Se trata de Alejandro Hinojosa, de 23 años, según informó el Ministerio Público de la Acusación.
La mecánica de ese asesinato, por los datos obtenidos por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, fue la siguiente: dos sospechosos se bajaron de una moto, preguntaron por una mujer y luego dispararon.
Este martes también murió Maximiliano Barrionuevo, quien se desplazaba en una moto sin patente por la zona sudoeste, evadió un control policial, se enfrentó a tiros con los agentes en Villa Banana y falleció tras recibir dos disparos en el tórax y uno en la pierna izquierda.
En la escena donde se produjo el enfrentamiento entre Barrionuevo y la Brigada Motorizada se secuestraron 17 vainas servidas, 6 plomos deformados, una pistola Smith & Wesson calibre 9 milímetros y una moto Honda CG Titán 150 centímetros cúbicos roja sin patente.
Además, personal de la División Judiciales de la Unidad Regional II incautó las armas reglamentarias de los dos agentes que intervinieron en el procedimiento para que sean peritadas.
La noche de este martes también fue muy violenta. Josefa Estela Retamozo, de 62 años, estaba en la puerta de su casa tomando mate con su esposo, cuando recibió al menos un disparo en la zona del tórax. Se presume, sobre la base de testimonios de vecinos, que los tiros fueron realizados desde un auto y estaban dirigidos a un quiosco de droga que se encuentra a pocos metros de la casa de la víctima.
El último homicidio tuvo lugar en la madrugada de este miércoles en pasaje Los Andes al 3200, en Villa Gobernador Gálvez. En medio de la lluvia, Pablo Matías Olivieri, de 26 años, estaba en la calle junto a una moto Honda 110cc. blanca, cuando fue atacado a tiros.
Entre las prendas de Olivieri se encontró una pistola calibre 45 con un cargador con dos cartuchos intactos, documentación y 29.540 pesos. Al lado del cuerpo había siete vainas servidas calibre 40.
El mismo miércoles trascendió que había muerto un joven que había sido acribillado a tiros el 14 de octubre pasado en Tarragona y Martínez Estrada, en barrio 7 de Septiembre. Sin embargo, el deceso se produjo el 21 de octubre, pero no fue informado de forma oficial hasta entonces.
Este jueves fue asesinada de un disparo en la cabeza Soraya Rubiola, una adolescente de 16 años que fue atacada en su casa de Colombres al 2100, en barrio Santa Lucía, en la zona oeste. En el domicilio faltaba un televisor y un celular, por lo que se investiga si el homicidio fue en ocasión de robo. En el lugar fue incautada una vaina calibre 9 milímetros que será enviada a peritar.
Por último, en la madrugada de este viernes mataron de siete tiros a un joven que aún no fue identificado. Ocurrió en pasaje Del Campo al 5000, en barrio Tiro Suizo. En el bolsillo del pantalón de la víctima se hallaron dos papeles intimidatorios y se busca establecer si los iba a dejar en algún lugar antes de ser emboscado.