Un tiratiros acusado de haber cometido un doble homicidio en la zona conocida como la Toma de Magaldi quedó detenido sin plazo por resolución de un juez, que valoró las evidencias presentadas por la fiscalía. Desde la investigación indicaron que el imputado podría estar involucrado en otros hechos graves.
Lucas Saban fue detenido este fin de semana en su vivienda de barrio Triángulo y este miércoles el fiscal Alejandro Ferlazzo lo imputó por los asesinatos a tiros de Francisco García y Karina Soledad Ferreyra, atacados el martes 21 de noviembre de 2023 dentro de una choza erigida en Magaldi al 8700, un sector del extremo noroeste arrasado por la pobreza y la violencia derivada del narcomenudeo.
“Mi hija recibió 25 balas y su marido también. La dejaron hecha un colador. Como 50 balazos metieron. Yo a ella la veía cuando venía los fines de semana a (la localidad de) Totoras, pero nunca me dijo que estaba amenazada ni nada”, había dicho en Radio 2 José, el padre de Karina, que al igual que su novio tenía 23 años.
Ferlazzo reconstruyó que a las 19 de ese día, Saban se presentó acompañado de un soldadito aún no identificado que llevaba una escopeta, y una vez adentro mató a tiros a García y a Ferreyra. Luego se retiró a pie por Magaldi y amenazó a una persona que se encontraba en la vereda, efectuando un disparo contra el domicilio.
El móvil, según testimonios, obedece a que la parejita no quería dejar la casa. Los transeros por medio de sus soldaditos y tiratiros “estaban tomando casas para sus negocios”.
Saban, señalaron los investigadores, era el tal “Lucas” mencionado en el doble homicidio de barrio Gráfico y en otras causas vinculadas, al menos según las evidencias que presentó la Fiscalía en esta instancia de la investigación. Al momento de resolver, el juez Florentino Malaponte dictó prisión preventiva por el plazo de ley.
En la investigación, se detectó que Saban mantenía contacto con un joven de su edad (apenas 18 años) que ya está preso e imputado por “instigar” un ataque incendiario a un colectivo ocurrido el pasado 6 de enero en zona norte, ocasión en que cayeron tres adolescentes que tenían un cartel con amenazas al gobernador y reclamos de reclusos. Su celular, auguran, bien podría ser una caja de Pandora.