Durante los primeros días de la semana, la noticia de una balacera sobre un domicilio ubicado en Iriondo al 1000, en barrio Echesortu, llamó la atención cuando la Justicia constató que el presunto autor del ataque era el hijo de una mujer que trabajó en esa casa al cuidado de una persona. Este viernes, el juez Carlos Leiva imputó a Raúl Andrés F. y le dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de 60 días.
El conflicto comenzó el domingo anterior, cuando un matrimonio formalizó por vía legal, ante el Ministerio de Trabajo, la desvinculación laboral de una mujer que cuidaba a un integrante de la familia con hemiplejía y que necesita cuidado.
Luego de acordar el dinero de la desvinculación, el hijo de la cuidadora llamó por teléfono a la familia y le recriminó que el monto convenido por vía legal era “poca plata”. La comunicación finalizó con una amenaza: “Esto tiene vuelto. Yo tengo la llave de la casa de tu papá y sé dónde vive”.
En la siguiente madrugada, la del martes, la mujer volvió a recibir un llamado, pero en este caso con el ID del llamante oculto y prometió “plomo” para ella y dos familiares más. Lo curioso para los investigadores es la amenaza y acción directa.
Horas después del nuevo llamado, el domicilio de Iriondo al 1000 donde vive el hombre con hemiplejía, fue atacado a balazos.
Los involucrados se vieron sorprendidos por la rapidez de la investigación, ya que el lunes se produjo la amenaza; el martes, el segundo y la balacera; el miércoles fue detenido el presunto autor y este viernes ya fue imputado y quedó detenido.