¿Qué pasó con Carlos Orellano? Desde el lunes la familia de este joven de 20 años no sabe nada de él y teme lo peor. Fue a bailar a un boliche de La Fluvial el domingo por la noche y nunca más volvió. Hay distintas hipótesis sobre lo que le pudo haber pasado: desde un suicidio hasta un asesinato.
Salvador Vera es el abogado de la familia de Carlos. Y este miércoles, en contacto con el programa De 12 a 14 (El Tres), habló de una serie de irregularidades por parte de la Fiscalía sobre la desaparición de Orellano.
Por ahora, el caso se investiga como una desaparición en las aguas del río Paraná. Aquella madrugada del lunes feriado, una agente policial vio a un chico muy cerca de la baranda que podría haber sido Carlos y que sospechan que se cayó o se arrojó al río.
Sin embargo, lo que no están claras son las circunstancias de esa caída. Las primeras hipótesis señalaban un hecho accidental –Carlos habría trastabillado y se habría precipitado al río– o una acción deliberada. No descartaban que el joven se haya arrojado al agua para acabar con su propia vida.
El papá de Carlos, Edgardo Orellano, señaló otras explicaciones posibles a partir de testigos que vieron a su hijo ser golpeado por los guardias de seguridad de la disco.
Carlos habría sido sacado a los golpes del boliche por guardias de seguridad al intentar ingresar al sector “Vip” sin autorización. La paliza habría continuado hasta llegar afuera y es entonces cuando se plantean dos escenarios posibles: los propios patovicas empujaron al muchacho al río, o bien el joven cayó al agua por un golpe.
La versión de la golpiza se sostiene, según la familia, por un rastro de sangre que comienza dentro del boliche hasta la baranda que da al Paraná. No se sabe todavía si pertenece o no a Carlos.
Para Vera es clave la información que puedan aportar las cámaras de seguridad de la disco y de la zona. Fundamentalmente, porque –dijo– hay indicios de encubrimiento. El abogado señaló contradicciones entre los testimonios de los agentes de seguridad –tanto patovicas como policías que hacían adicionales en el lugar– y destacó que la mujer policía que vio al chico cerca de la baranda, es pareja de uno de los patovicas que habría golpeado a Carlos.
Además, Vera criticó que Fiscalía no haya pedido la clausura del boliche que tras la desaparición de Carlos funcionó con normalidad a la noche siguiente.