“Hay presos de Piñero que tienen un trato preferencial y reciben comida por catering a diferencia de lo que ocurre con otros presos”, fue la denuncia que hizo la diputada provincial Lionella Cattalini luego de la reunión de la comisión de Seguridad de la Cámara baja con el secretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, Walter Gálvez.
La información causó gran polémica al interpretarse como que, quienes están privados de la libertad, piden comida por delivery. Pero el propio funcionario provincial aclaró que en realidad reciben alimentos durante las visitas semanales de familiares y abogados.
“No existe el delirio de que van a llevarle comida todos los días a un pabellón de alto perfil. Lo que sí existe es que, por decisión propia, estos cinco internos piensan que le pueden envenenar la comida y desde hace tres años que no reciben el racionamiento del Estado en lo que respecta al almuerzo y la cena”, aclaró en Radiópolis (Radio 2), Gálvez.
Según confirmó la periodista Ivana Fux, estos cinco internos forman parte de la banda de Los Monos y están alojados en el Pabellón 26 de Piñero destinado a "presos de alto perfil de nivel 1". Se trata de Ramón “Monchi” Machuca (hijastro de Cantero); Hector Brezik; Walter Jure; Cristian González y Mariano Salomón.
“Evidentemente el Servicio Penitenciario permite que esto ocurra y por eso nos llama la atención el privilegio que hay por sobre el resto de los detenidos que también tienen quejas con respecto a la alimentación y que reciben comida o ayuda de su familia, pero que evidentemente acá estamos frente a un privilegio”, remarcó también en Radio 2 Cattalini.
Para Gálvez, el ingreso de alimentos durante las visitas semanales es algo que se da frecuentemente en todas las cárceles de la provincia y que está permitido. Además confirmó que cada pabellón cuenta con dispositivos para calentar la comida y también con freezers y heladeras para poder mantenerla.
“Es comida que entregan los familiares cuya procedencia uno desconoce si se la compran en un delivery o una empresa de catering. Quizás hubo una mala expresión o alguna palabra suelta que se malinterpretó durante la reunión”, aclaró el secretario de Asuntos Penitenciarios.
Por fuera de la polémica sobre la alimentación, Cattalini analizó que del encuentro se quedaron con la “sensación de que es un funcionario que está solo que no tiene apoyo del gobernador”. “Evidentemente ni la seguridad ni el sistema penitenciario, donde hoy surgen muchos de los delitos que ocurren en la provincia, es una prioridad de Perotti”, lamentó.