Una fiscal de Rosario solicitó este jueves 22 años de prisión para un joven acusado de matar a tiros a un miembro de la barra brava de Newell’s Old Boys por haberse negado a asesinar a otro que pretendía la jefatura de la barra, informaron fuentes judiciales.
Durante el alegato inicial de un juicio oral, la fiscal Mariana Prunotto pidió esa pena para Elías Emanuel B. como presunto autor del crimen de Jonathan Rosales, un barra leproso asesinado el 22 de julio de 2016 en Padre Giacone al 1400 (zona sur), tras una persecución.
El crimen de Rosales provocó varios asesinatos en el marco de la disputa interna de la barra brava de Newell’s y la detención de un abogado defensor como partícipe secundario de un homicidio.
Según la acusación, alrededor de las 21.30 de aquel día Elías Emanuel B. iba en un auto junto a Rubén Ariel “Tubi” Segovia, un pistolero que dos años más tarde fue asesinado en la cárcel, cuando cruzaron a Rosales que se movía en moto junto a su pareja, Brisa Ojeda, y la bebé de ambos, de 8 meses.
La fiscal detalló que en ese momento se inició una persecución de varias cuadras que terminó cuando Elías Emanuel B. y Segovia embistieron la moto que conducía Rosales.
La pareja y el bebé fueron a dar a una zanja, donde el ahora imputado les disparó cinco veces y provocó la muerte de Rosales y heridas en el muslo a la chica, recordaron fuentes judiciales.
Por la jefatura de la barra
Para la fiscal Prunotto, el móvil del hecho “tiene origen en la negativa de Rosales ante Segovia, que le había encargado dar muerte a Matías Franchetti”.
El “Cuatrerito” Franchetti (26) era un joven que estuvo preso en Europa por la operación de tráfico de cocaína de Argentina a Portugal conocida como “Carbón Blanco”, y a su regreso al país intentó quedarse con la jefatura de la barra brava de Newell’s.
El 7 de junio de 2016, dos semanas antes del crimen de Rosales, otros cumplieron la tarea que Segovia le había encargado y él se negó a realizar: dos personas en moto mataron a Franchetti en la puerta del club del Parque de la Independencia.
El 20 de junio pasado, un changarín y un pintor de obra fueron condenados a 8 y 19 años de prisión por el homicidio del “Cuatrerito”, para el que había sido contratado a cambio de dinero, según el fallo.
Sin embargo, de acuerdo a la fiscal Prunotto, “Tubi” Segovia no olvidó la negativa de Rosales y el 22 de junio de 2016 era quien conducía el auto con el que atropelló la moto del joven, mientras su cómplice Elías Emanuel B. le disparó a matar.
Segovia fue detenido en octubre de ese mismo año al ingresar con una herida de arma al Hospital de Emergencias de Rosario, donde dio otra identidad, recodaron fuentes del caso.
Abogado implicado
En diciembre de 2016, mientras cumplía prisión preventiva, “Tubi” le pidió a su abogado, Marcos Cella, que demorara una rueda de reconocimiento con Brisa Ojeda, la pareja de Rosales, quien debía tratar de identificarlo como uno de los autores del crimen, detallaron desde Fiscalía.
Según las escuchas del caso, Segovia le dice a su abogado: “Amplialo para la semana que viene y yo veo si la hago desaparecer”.
El 16 de diciembre, cuatro personas se presentaron en la casa de los Ojeda, golpearon la puerta y gritaron el nombre de Brisa, pero la que salió fue su hermana Lorena (16), que cayó acribillada a balazos y murió 21 días después.
Por ese hecho fue imputado como instigador Segovia y el abogado Cella como partícipe secundario. Luego fue condenado.
“Tubi” no llegará a juicio porque el 24 de abril de 2018 fue asesinado a “puntazos” por otros presos del Pabellón 8 de la cárcel santafesina de Coronda.