Otro ataque grupal ocurrido el fin de semana pasado dejó a un hombre de 39 años internado en estado crítico en la localidad de Ramallo, provincia de Buenos Aires. Por el hecho hay tres detenidos.
La víctima permanecía grave en un hospital de la ciudad de San Nicolás tras ser atacado a golpes de puño, patadas y con un ladrillo por al menos cinco personas que lo persiguieron a la salida de una fiesta de cumpleaños en Ramallo.
El hombre golpeado fue identificado como Javier Ferreyra quien estaba alojado en el área de terapia intensiva del hospital San Felipe de San Nicolás, inconsciente y con un “edema” craneal.
El ataque ocurrió el sábado a la madrugada cuando Ferreyra participaba de una fiesta de cumpleaños en una vivienda particular de Ramallo, donde discutió con otro de los presentes.
El fiscal del caso, Ariel Tempo, detalló que en la fiesta había unos cincuenta invitados cuando se produjo una discusión y los dueños de la casa desalojaron a las personas y dieron por terminada la fiesta.
Según el fiscal, la discusión “derivó después en una pelea en la vía pública” donde la víctima fue perseguida unos 200 metros y un grupo de al menos cinco personas “lo derribó con un golpe con un ladrillo”.
“La golpearon varias personas cuando ya estaba en el suelo, inconsciente, por lo que la víctima tuvo pocas oportunidades de defenderse”, detalló el fiscal Tempo.
Las fuentes señalaron que tras la golpiza, Ferreyra fue auxiliado por vecinos y trasladado en ambulancia hasta el hospital Municipal donde los médicos constataron que presentaba un fuerte traumatismo de cráneo, fractura expuesta de mandíbula y un fuerte golpe en el tórax que le afectó el pulmón izquierdo.
A partir de los datos aportados por los testigos, el fiscal Tempo imputó a cinco personas, tres de las cuales fueron detenidas el martes último por la Policía e identificadas como Juan Cruz Ríos (19), Guillermo Retamal (19) y Francisco Mendoza (22).
Tempo también acusó a una hermana de Ríos y al tío de ésta, de unos 30 años, aunque la joven no quedó detenida por decisión de la Justicia de Garantías y el hombre permanecía prófugo.
“La mujer prestó declaración y dijo que sólo intervino para separar los agresores. Dijo que no vio a su hermano golpear a la víctima y que a su tío lo empujó en el momento en que vio que le iba a dar una patada a la víctima. Es una declaración subjetiva, no sé si del todo sincera”, relató el fiscal.
Tanto Ríos como Retamal se negaron a declarar, mientras que Mendoza sí lo hizo y aclaró que él conducía el Fiat Uno azul en el que se movilizaba con el resto de los sospechoso pero que no participó de la golpiza.
“También culpó a la chica”, detalló el fiscal, quien a todos los formuló cargos por “tentativa de homicidio”.
Consultado sobre el estado de salud de la víctima, Tempo indicó que presenta un “edema en la cabeza y no ha recuperado la conciencia” desde que fue atacado.
Y, respecto a si Ferreyra conocía a sus agresores, el fiscal estimó que por ser Ramallo una localidad de pocos habitantes, “es posible que se conocieran al menos de vista” aunque hasta el momento los testigos que declararon refirieron que no había un conocimiento entre ambas partes.