La escuela Nº 1.080 “Gabriela Mistral”, situada en San Lorenzo y Wilde, tampoco tuvo clases este lunes. A diferencia de los establecimientos “José Mármol” de Larrea al 300 o “Rosa Ziperovich” de Sabín y Juan B. Justo que fueron baleados, sufrió el robo de ventiladores y de la bomba de agua. Además, se dejó escrito un mensaje intimidatorio en un pizarrón.

“Ingresaron por una ventana. Nos robaron cuatro ventiladores, pero no se quedaron tranquilos, barretearon otra ventana y nos sacaron ventiladores del pasillo y también la bomba que nos alimenta de agua. Las clases fueron suspendidas. En realidad, trabajamos hasta media mañana, cuando nos quedamos sin agua”, dijo la vicedirectora Carina Quintero a De 12 a 14 (El Tres).

La autoridad escolar añadió que los ladrones tuvieron mucho tiempo para sustraer todos los elementos y enfatizó: “Hasta que no haya una bomba no podemos retomar las clases”.

“Socialmente, no estamos muy bien. Tiene que haber una política social diferente. Esto no es una amenaza, es un hecho aislado, pero vivimos muy mal. Los padres, las madres, no quieren mandar a los alumnos. Están atemorizados”, concluyó Quintero.