Nicanor, el nene de 10 años baleado en la cara el pasado viernes por la tarde en barrio Echesortu mientras jugaba con un amigo a la computadora, continúa internado en el hospital de Niños Víctor J. Vilela. Según indicó la directora de ese efector público, no se podrá extraer el proyectil que se alojó en la zona del maxilar.
“No es extraíble el proyectil. Se van a seguir haciendo los controles que se dispongan. Su estado de salud evoluciona muy bien. Se hicieron imágenes, la situación fue complejísima, con nenes jugando en un domicilio. Hoy está bien, haciendo tratamiento con analgésicos”, explicó Viviana Esquivel, la directora del Vilela, en diálogo con A Diario (Radio 2).
Además, enfatizó que “por suerte el niño no tiene compromiso de otras estructuras óseas” a partir del impacto de la bala.
Esquivel señaló que “la gran mayoría” de los chicos que ingresaron en el último tiempo al hospital quedaron en el medio de la línea de fuego de gatilleros. “Nos preocupa la violencia. Hay diferentes equipos interdisciplinarios y estrategias para acompañar a los chicos en este marco”, concluyó.
La balacera ocurrió el viernes cerca de las 19.30 en pasaje Rivera Indarte y Constitución, en el corazón de barrio Echesortu. En ese momento, de acuerdo a los testimonios recolectados, pasó una moto blanca y abrió fuego contra la puerta de la casa donde vive una mujer. El nene herido se encontraba jugando con un amigo a la computadora y quedó en medio de la trayectoria de los proyectiles disparados.