Una nena de 9 años fue baleada en la rodilla este miércoles cuando estaba sentada en la puerta de su casa ubicada en Ituzaingó al 7000, zona oeste de Rosario. Fue llevada de urgencia a un centro de salud y de allí al hospital Vilela en un auto particular porque, dijeron los familiares, “no había ambulancias”.
Liliana, la abuela de la chica, contó a De 12 a 14 (El Tres) que estaba sentada en la vereda. En un momento se levantó y su lugar lo ocupó su nieta. Después escuchó que la nena se quejó y se desplomó al piso.
La mujer pensó que se había lastimado con algún elemento hasta que vio “que tenía un huequito” en la rodilla y después detectó que eran “dos huecos”. Se trataba de los orificios de entrada y de salida de una bala perdida.
“No nos dimos cuenta ninguna de las dos”, recordó la abuela, por ella y por la madre de la víctima. Afirmó que no escucharon disparos salvo un ruido pero “parecían como bengalas”.
Cuando sintió el impacto, la nena se quiso parar de la silla pero se cayó al piso. “Gritaba, enroscadita en el suelo como vino al mundo, a mis pies”, fue la descripción de la abuela, aún conmovida por lo ocurrido.
Después de unos minutos, las mujer vio que la chica tenía sangre de un lado y del otro de la rodilla. “Ahí me di cuenta que era un tiro entonces y salí afuera enloquecida gritando ayuda. No estaba ni el papá ni mi marido (el abuelo)”, relató.
La herida fue llevado en un auto de un vecino al policlínico San Martín. Allí fue atendida y le realizaron los primeros auxilios pero después debía ser derivada al hospital Vilela para su intervención.
“Nos dijeron que no había ambulancias y la tuvimos que llevar en auto”, aseguró la mujer y agregó que la nena este jueves ya estaba bien.
Desde el hospital Vilela, la directora Viviana Esquivel confirmó que la niña llegó acompañada de la mamá el miércoles a la noche. La herida no presentó lesiones óseas. Fue en la cara interna y lateral de de la rodilla derecha.
La víctima seguía en observación pero sería dada de alta en las próximas 24 ó 48 horas después de que el equipo interdisciplinario evalúe la situación general del caso.
Nene baleado en la cabeza en Santa Fe
Por otro lado, Jonathan, un niño de cuatro años herido en la cabeza por una bala perdida el domingo pasado en barrio San Agustín de la ciudad de Santa Fe, evoluciona de forma favorable.
Fue operado en el Hospital de Niños de la capital provincial y desde entonces permanece en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica.
El director del hospital Osvaldo González Carrillo dijo este jueves que "hay una muy buena evolución" de Jonathan y destacó "el muy buen trabajo que hizo" el personal del centro médico.
Ambos casos forman parte de la cara más desesperante de las balaceras y la violencia en la provincia, el de los chicos heridos por balas perdidas. El caso de Benjamín Biñale, el nene de 8 años herido en la cabeza cuando estaba por jugar un partido de fútbol, movilizó a toda la ciudad y tuvo un final -dentro de lo ocurrido- feliz.