El juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°2 de Rosario Eduardo Rodrigues Da Cruz condenó a penas de hasta 6 años de prisión a siete personas por tráfico y comercialización de estupefacientes, entre los que se encuentra Yalil Roberto Azum, un hombre que está siendo juzgado por varios delitos en el fuero provincial. Según lo acreditado, distribuían estupefacientes en el macrocentro y en el barrio Hospitales del sur de la ciudad.
Según el portal del Ministerio Público Fiscal, la causa se inició en 2017 con una denuncia anónima en la sede fiscal de calle Entre Ríos al 700, donde se advertía sobre actividades ilegales en torno a una mesa de dinero que funcionaba en un club de barrio.
La instrucción del caso estuvo a cargo del fiscal federal Javier Arzubi Calvo, y en la etapa de juicio intervino el titular de Litigio Oral Estratégico del Área de Investigación y Litigios de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario, el fiscal general Federico Reynares Solari.
Al homologar un acuerdo de juicio abreviado, el magistrado condenó a Yalil Roberto Azum, a Cristian Carlino y a Mario Alberto a 6 años de prisión cada uno y multa a 472.500 pesos, como autores penalmente responsables del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas.
Walter Mastrocola y Carina Febre fueron condenados a 4 años de prisión y multa 236.250 pesos por encontrarlo partícipe secundario del mismo delito. Igual pena y calificación le aplicaron a Alejandro Sharif “Turco” Azum, pero con una multa de 280.000 pesos. Por el mismo delito, pero a 3 años de prisión y multa de 236.250 pesos fue condenado Mariano Gatti.
Yalil Roberto Azum, de 47 años, es juzgado en el Centro de Justicia Penal de Rosario donde afronta un pedido de pena de 27 años de prisión como jefe de una asociación ilícita; coautor de juego clandestino; autor de dos hechos de encubrimiento agravado; partícipe secundario de homicidio calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y para procurar la impunidad de otro delito, agravado por el uso de arma de fuego; y como coautor de 20 hechos de usura agravada por la habitualidad.
El 17 de julio de 2017 se recibió la denuncia anónima en el “Buzón de la Vida” instalado en la fiscalía. En un escrito se hizo referencia a un directivo del Club Echesortu (San Nicolás al 1300), y se advertía que usaba la institución para coordinar una mesa de dinero en la que “se blanquea la plata de la droga y de Los Monos (grupo narcocriminal), que llegan de la mano del El Turco, quien los visita (en la cárcel) y les ofrece los negocios”.
Se describía que además blanqueaban dinero con “estafas con carnet de la ex Afip” (Administración Federal de Ingresos Públicos), hoy Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). “Prestan plata a intereses usurarios y se quedan con propiedades de la gente”, refería. Y se aportaron reseñas de las personas presuntamente vinculadas a las maniobras.
El fiscal federal Arzubi Calvo asumió la investigación durante la cual solicitó medidas en relación con la presunta comisión de delitos de acción pública. Las diligencias generaron información relevante que permitió esclarecer delitos en el ámbito del tráfico de estupefacientes.
Según surgió de los hechos y de las constancias, se abrieron dos líneas de investigación: por un lado, una organización liderada por Azum, dedicada al narcotráfico; y por otro, si las ganancias ilícitas obtenidas eran incorporadas al sistema legal financiero.
Allanamientos, droga y detenciones
Luego de las tareas de inteligencia, el 5 de septiembre de 2021 se dispusieron allanamientos en los domicilios de las personas involucradas, medida que realizó personal de la División Antidrogas Rosario de la Gendarmería Nacional Argentina.
En una vivienda de Urquiza al 7500 de Rosario, se secuestraron 39,83 gramos de cocaína en dos envoltorios, y se detuvo Cristian Diego Carlino; en otro inmueble en inmediaciones de 1° de Mayo al 4100, se secuestraron 23,570 gramos de marihuana en un frasco y se detuvo a Mariano Gatti.
En un departamento de calle España al 2900, se incautaron 5,68 gramos de cocaína distribuidos en 10 envoltorios, y aproximadamente 3,71 gramos de marihuana en una bolsa, donde se detuvo a Mario Alberto junto a su pareja, Carina Febre.
A eso se sumaron elementos de fraccionamiento: tijeras, pedazos de lapicera y cucharas de metal todos ellos con vestigios de cocaína, precintos, bandas elásticas y recortes de nylon, encontrados en algunas de las viviendas, principalmente en España 2900.
Para la fiscalía, esa vivienda funcionó como punto de venta y almacenamiento de la droga, lo que sumado al secuestro de importantes cantidades de dinero en efectivo y la detención de la pareja, conformaron un cúmulo de indicios que reforzaron la presunción relativa a las actividades delictivas de tráfico de estupefacientes que la presunta organización llevó a cabo.
En ese sentido, las intervenciones telefónicas sobre distintos abonados junto a las tareas de campo, permitieron relevar el funcionamiento de un grupo de personas que se dedicarían a la compraventa y distribución de estupefacientes, y las funciones que cumplía.
Del análisis de las intervenciones telefónicas, sobre todo la de Azum, surgió que se comunicó a través de varios abonados, lo cual permitió inferir que sería él a quien los interlocutores investigados en los distintos diálogos se referían como “el gordo” o “el gordito”, quien conduciría una línea de actuación en relación a las actividades vinculadas al presunto tráfico de drogas y el producto de esa actividad.