Un hombre de 69 años mató de un tiro en el pecho a un sospechoso de 24 años que intentó ingresar con fines de robo junto a un cómplice a su casa de Sorrento al 700, cerca de Rondeau. El autor del disparo entregó su pistola calibre 22 para la realización de pericias, y según resolvió el fiscal Patricio Saldutti, recuperó la libertad, ya que entiende que actuó en legítima defensa.
De acuerdo a la investigación en curso, el hombre escuchó que dos delincuentes entraron en su domicilio, les gritó para que se vayan, pero los sospechosos se resguardaron en el pasillo de la propiedad. Por ese motivo, según contó, realizó un disparo que logró ponerlos en fuga.
Nahuel Sebastián Aldana, de 24 años, uno de los dos sospechosos, se desplomó en la puerta de la casa y personal del Sies constató que había fallecido como consecuencia de una herida de arma de fuego en el tórax.
En la escena del crimen, peritos forenses incautaron una vaina servida calibre 22, coincidente con el único disparo que hizo el dueño de casa, que entregó el arma –una pistola Bersa calibre 22 con numeración visible–, su cargador con 9 cartuchos y una caja de 88 municiones.
Después del hecho, familiares y allegados de Aldana se hicieron presentes en el lugar y comenzaron a insultar al hombre que disparó. “Gritaron, hicieron lío. Yo conozco a algunos. El delincuente era de por acá. Estaba todos los días en la esquina”, dijo a Radio 2 un testigo que prefirió no dar su nombre, quien agregó: “El hombre vive solo, pobre muchacho. Los ladrones estaban adentro de la casa, según me dijo la policía. Acá siempre andan por los techos, se meten por todos lados”.