Las resonantes declaraciones de Ángel Di María, que explicó este martes que no vino a Rosario Central por las intimidaciones sufridas por su familia, ocurrieron en la previa a que el fiscal Pablo Socca acuse en una audiencia a dos presuntos integrantes de la barra brava de Newell's, que están sindicados por haber instigado la balacera y la nota que arrojaron en inmediaciones del country de Funes Hills Miraflores el pasado 25 de marzo.
Alejandro “Rengo” F. (30 años), presunto jefe de la facción disidente de la barra brava de Newell’s, y Sergio “Bebe” D. V. (43) serán imputados en principio el próximo viernes en el Centro de Justicia Penal. De acuerdo a la investigación de Socca, habrían sido quienes ordenaron los disparos y el cartel tirado en Funes.
“Rengo” y “Bebe” cayeron en procedimientos de la Policía de Investigaciones y de la Tropa de Operaciones Especiales que se llevaron a cabo en Rosario y en Piñero. Los dos sospechosos fueron arrestados mientras subían a un auto en la zona de bulevar Seguí al 5300, en la zona oeste. Un tercer hombre, que se presume que también tendría vínculos con la barra brava rojinegra, fue demorado con 2,5 millones de pesos, pero luego quedó en libertad.
En la causa se cree que los ocupantes del Megane gris desde el que se hicieron los tiros y se arrojó el papel fueron Pablo Ezequiel Acotto (35) y Sara Belén Gutiérrez (23). Ambos fueron imputados el pasado 3 de abril por el fiscal, quien además ventiló que habrían cobrado un monto estimado en cuatro millones de pesos por ese “trabajo”.
Tras la caída de Acotto y Gutiérrez, la investigación avanzó con el peritaje de sus teléfonos, que dieron información relevante, ya que se pudo establecer que habría sido “Bebe” y “Rengo” los que estarían detrás de la autoría intelectual de la intimidación.
Socca, en tanto, dijo el pasado jueves que por el momento se desconoce si esos presuntos barras a su vez actuaron por encargo de otra persona. “No figura nadie de la comisión directiva de Newell’s”, aseguró.