Un “golpe comando sin antecedentes”. Así calificaron desde el gobierno provincial a la fuga de 8 internos de la cárcel de Piñero. ¿Pero por qué sucedió? Detrás de la huida promovida desde el exterior por un grupo armado, está la liberación de un interno con antecedentes criminales graves a punto de recibir una condena elevadísima.
Claudio Mansilla, alias "Morocho", fue liberado ayer del penal de Piñero junto a 7 presos más, dos de los cuales fueron recapturados. Su nombre es el eje de la cinematográfica huida que tuvo lugar este domingo a la tarde que incluso, terminó con un muerto. ¿Por qué tanto despliegue por este preso, qué tiene de especial? De acuerdo a lo que informado por el periodista Agustín Lago, Mansilla empezó a ser juzgado el 22 de junio por la autoría del doble crimen de Leonel Bubacar (18 años) y Kevin Neri (16). La fiscal Marisol Fabbro le había pedido 25 años de prisión. El juicio termina este miércoles pero el “Morocho” está con paradero desconocido hasta el momento.
Considerado líder de una banda de barrio Santa Lucía, de la zona oeste, fue imputado por un crimen del 26 de abril pasado en Colombia y French. El fiscal Ávila le atribuyó haber pagado 100 mil pesos por ese crimen. También está mencionado en otro crimen de barrio Godoy de octubre del año pasado: el de Iván Leguizamon, en cuyo sepelio en La Piedad se produjo un tiroteo.
Otro dato en sus antecedentes: participó en un motín ocurrido en 2020. Esto fue aportado hoy, en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra en Radio 2, Jorge Bortolozzi, al frente de Asuntos Penales de Santa Fe, quien no dudó en calificar lo ocurrido ayer como un “golpe comando”. “Tremenda osadía la de estos delincuentes, pasaron todos los límites, sientan un precedente”, agregó.
Consultado sobre el objetivo del ataque, confirmó la hipótesis de la liberación de Mansilla, un interno que a pesar de sus antecedentes no estaba considerado como preso de alto perfil. “Después del motín en Piñero se lo trasladó a Coronda pero se negó a ingresar y entró en resguardo, sin la posibilidades que da el pabellón. A poco tiempo su defensa logró el regreso a Piñero luego de que la Justicia le diera lugar al planteo de que esa situación suponía un agravamiento de su pena.
En ese sentido, Bortolozzi consideró: “El sistema penitenciario debería poder alojar a los internos donde lo considere, nunca vamos a dejar de ser responsables, somos los principales interesados pero no me pidan que vaya a un lugar sin un muro”, apuntó.
El funcionario aseguró que nunca había sucedido un hecho similar. “Nunca pasó esto de que ingresen al penal para facilitar una fuga a los tiros, corten tejidos, eso jamás pasó en la historia del Servicio Penitenciario”, manifestó.
Por otra parte, descartó la participación, connivencia o impericia de los agentes del Servicio Penitenciario. En primer lugar, consideró que impidieron que se fugar 7 presos más a los que pudieron retener. Además, mencionó al hombre que resultó muerto: “Tuvieron mucha valentía, la muerte del atacante demuestra su osadía de estos tipos”, mencionó.
“Esto pudo haber sido más grave, estuvieron los fiscales y en absoluto hubo impericia o negligencia. La lectura que nos queda es hasta donde podemos contener a estos internos santafesinos, es una respuesta que debemos dar. Algunos de ellos no deberían estar en cárceles provinciales”, expresó.
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