Los altos mandos de la Policía de Investigaciones (PDI) Martín y Marcelo Rey fueron imputados este viernes por integrar una asociación ilícita cuyo líder es Esteban Alvarado. También por incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado por tratarse de un delito especialmente grave. El material que volcó en la audiencia el grupo de fiscales de Gravedad Institucional contra los hermanos policías busca probar la activa participación que tuvieron para desviar investigaciones de hechos gravísimos.
Según la acusación de los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y Paola Aguirre, existen elementos que permiten inferir que los hermanos Rey tenían relación con Alvarado. Además, algunas de sus acciones realizadas en el marco de algunas investigaciones hizo suponer que respondían a órdenes del presunto narco.
El caso de Marcelo Rey
El subcomisario Marcelo Rey fue imputado por supuestamente "plantar" un teléfono que Alvarado quería que se sumaran a la causa por las balaceras contra el Poder Judicial. Esa línea telefónica que casualmente fue secuestrada el 29 de abril pasado en un procedimiento en el que participó Marcelo Rey contenía mensajes que indicaban el vínculo de Rodrigo Ortigala –hombre enemistado con Alvarado– y Leandro "Chulo" Olivera con los atentados. No obstante, ese aparato eran en verdad de la banda de "El Esteban", tal como explicó este viernes Rosario3.com.
Esa acción, para la Fiscalía, hizo que se considere a Marcelo Rey como "proveedor de impunidad" de la asociación ilícita de Alvarado, ya que "su aporte formaba parte del plan común elaborado para desviar la investigación por el homicidio de Lucio Maldonado e inculpar a Rodrigo Ortigala y Leandro Olivera –persona relacionada con la familia Cantero– como responsables del mismo".
El indicio más fuerte mostrado por Fiscalía contra Marcelo Rey estuvo puntualmente en el teléfono de Alvarado secuestrado en Embalse Río Tercero, en Córdoba, en febrero pasado. En ese dispositivo –que no sería el único que manejaba "El Esteban"– había unos 50 contactos telefónicos. En ese aparato, según la investigación, el subcomisario de la PDI estaba agendado como "Gooor".
Lo llamativo es que ese teléfono secuestrado Alvarado comenzó a utilizarlo el 7 de diciembre pasado, cuando ya regía una orden de captura en su contra desde el 30 de noviembre.
Su teléfono también figura en la agenda de contactos del celular de Marcelo Nicolás Ocampo, alias "El Fino", considerado mano derecha de Alvarado. Ocampo fue imputado este viernes como presunto miembro de la asociación ilícita.
El teléfono del subcomisario también fue hallado en la agenda de contactos de C.A., una persona investigada como parte de la organización que lidera Alvarado. Allí figura como "Puchero". En ese punto, el fiscal Schiappa Pietra recordó que otro fiscal, Marcelo Vienna, ordenó allanamientos hace 7 años en el marco de una causa donde se investigaba a una banda dedicada a robar autos –por la que fue condenado Alvarado en Buenos Aires–. En esa causa, Vienna identificó como "Puchero" a un personal policial que colaboraba con la organización.
El caso de Martín Rey
El comisario Martín Rey fue acusado de brindar una pista falsa en la investigación por la balacera contra la casa particular de una empleada del Ministerio Público de la Acusación. La información que dio Rey fue la de una patente como la del auto en el que huyeron los autores de los disparos, cuando el dominio jamás pudo ser identificado por Fiscalía a través de las medidas ordenadas.
La patente que dio Martín Rey era la de Rodrigo Ortigala, persona enemistada con Esteban Alvarado. Sin embargo, de acuerdo a los fiscales, el auto usado en el atentado no fue el de Ortigala; fue uno robado en Córdoba y adaptado para hacerlo parecer al que utilizaba la persona que querían inculpar.
Además, el comisario sugirió al fiscal Matías Edery, a través de un mensaje de voz que se oyó este viernes en la audiencia imputativa, que los autores de los atentados contra el Centro de Justicia Penal y los Tribunales provinciales, ocurridos el 10 de diciembre pasado, era "un grupo de personas de nacionalidad colombiana" que estaba "escondido" en Pueblo Esther. Esos dos atentados fueron este viernes adjudicados a la organización de "El Esteban".
Para la Fiscalía, la información la brindó "a sabiendas que eso no era verdadero y con la intención de desviar la investigación hacia otras tres personas, una de ellas relacionada con la familia Cantero", señalaron los fiscales.
También fue imputado por haber participado del allanamiento del 29 de abril donde se "plantó" uno de los "teléfonos espejo".