Cuatro personas fueron acusadas y se les dictó prisión preventiva por el crimen en ocasión de robo de Ariel del Luján Simoncini, quien a comienzo de año cayó víctima de una oferta falsa de Marketplace y pactó un encuentro que resultó una trampa mortal. Tres de los imputados fueron detenidos la semana pasada y el restante es un recluso de la cárcel de Coronda que purga condena por un homicidio.
Durante una audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal, el fiscal Adrian Spelta les adjudicó los delitos de homicidio doloso doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas con robo calificado y uso de arma de fuego. La jueza Valeria Pedrana dispuso para Melani Romina A. y José Luis G. a 90 días de prisión efectiva y a Dalma Nerea A. y Emanuel David V. (recluso de Coronda) a prisión por el plazo de la ley.
La Fiscalía les atribuyó en forma conjunta, con acuerdo previo y distribución de roles el hecho donde resulta víctima Ariel del Luján Simoncini, un comisionista de 54 años oriundo de Casilda y afincado en Roldán, que fue muerto a tiros dentro de su camioneta Citroën Jumper el 7 de enero pasado en Zelaya y Matheu. La secuencia fue brutal: lo ejecutaron para acallarlo y asegurar el botín.
Se sospecha que los homicidas actuaron con dos motos y un auto de apoyo. Una modalidad que ya tenía al menos dos antecedentes en ese mismo sector de la zona norte y de la que los detectives tomaron conocimiento. Entre fines de noviembre y principios de diciembre, dos hombres oriundos de Arroyo Seco fueron a Perdriel al 1200 y 1700 seducidos por una oferta, pero terminaron asaltados. En un caso, con un balazo en una pierna.
De acuerdo al relato del fiscal en la audiencia de este lunes, los delincuentes abordaron a la víctima y con la utilización de armas de fuego le robaron $950.000 y 3.000 dólares en efectivo. Simoncini había sido citado previamente por los imputados desde un teléfono celular que tenían en su poder para efectuar la compra de una motocicleta ofrecida engañosamente también por los imputados a través de la plataforma MarketPlace de Facebook.
Cada uno de los implicados cumplió un rol: la mujer de nombre Dalma era la responsable de la logística referente a las comunicaciones entre todos los coautores y responsable del transporte necesario de los mismos como así también su posterior ocultamiento. Melani, la esposa del recluso, era la responsable del aspecto financiero de lo recaudado y su distribución.
El hombre identificado como José Luis G era el responsable de la ejecución material de los actos delictivos digitados por el ideólogo, desde su lugar de reclusión.