El 13 de marzo de 2022, cerca de 100 personas coparon la cuadra de Larrea al 500 bis, en el límite de Empalme Graneros con Ludueña, con motivo del cumpleaños de una joven llamada Daiana. La celebración, a la que llegó gente que no conocía a la cumpleañera, pronto se transformó en una “fiesta clandestina” por la gran convocatoria. Aunque el ambiente estaba “denso”, porque la disputa entre bandas había recrudecido y las balaceras eran recurrentes en ese sector, nadie pudo anticipar el desquicio que se desató cerca de las 5. El ocupante de una moto que frenó en la esquina de French a unos cincuenta metros del gentío, vació un cargador sin un blanco específico.

Los disparos le quitaron la vida a Brenda Samira Del Valle, una chica de 24 años, hermana de un adolescente que fue asesinado en 2011. Y otras nueve personas sufrieron heridas de consideración. 

Este miércoles, a partir de testimonios que parecen haber rectificado versiones erróneas surgidas en los primeros momentos de la investigación, la fiscal Georgina Pairola imputó a un hombre de 26 años identificado como Marcelo Andrés “Pachu” Chávez (26), señalado por distintos testimonios como el tirador

Chávez ya estaba detenido por estar apuntado como uno de los sicarios de la banda del renombrado Francisco Riquelme, actualmente alojado en la cárcel de Ezeiza e imputado por ordenar crímenes y atentados a escuelas y comisarías, entre otros delitos.

El 13 de mayo de 2022, Chávez protagonizó una persecución que atravesó varias cuadras de Empalme Graneros, hasta que en French y Teniente Agneta chocó la Honda Falcon que conducía junto con otro joven que portaba un arma. La moto resultó tener pedido de captura. Chavez fue imputado de encubrimiento; desobediencia y resistencia contra la autoridad y quedó preso.

El mes pasado, los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti le sumaron una imputación como miembro –presunto tiratiros por encargo– de la organización de Fran Riquelme, que contaría con el padrinazgo del capo mafioso Esteban Alvarado.

Para la fiscal, Chávez actuó con “clara intención de dar muerte a la mayor cantidad de gente posible”. Entre las personas que sobrevivieron, había una chica embarazada de seis meses

“Ellos se frenan en French y Larrea, bien en la esquina y el de atrás, que es Pachu, deja el pie derecho en el piso y el otro en la moto, y ahí escucho tres o cuatro detonaciones, y después escucho ráfaga de 10 o 12 disparos”, dijo uno de los testigos del ataque. Brenda murió de una lesión cervical vascular grave por proyectil de arma de fuego.

La jueza Valeria Pedrana valoró las evidencias presentadas por la Fiscalía y dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Chávez.

A los pocos días del crimen, había sido imputado como presunto homicida Emanuel Ángel “Checho” G., pero luego fue desvinculado. Cierta mala fama en el barrio y un parecido con Chávez habían alimentado los rumores de que él había sido el responsable de la balacera mortal, por lo que se entregó a la Justicia. En realidad, al momento del crimen se encontraba durmiendo.

El otro imputado sí permanece detenido. Se trata de Ignacio Gabriel Guassardo, que se entregó a la Justicia el mismo día del crimen. Varios testimonios lo señalan como el conductor de la motocicleta.

¿Por qué dispararon? En el legajo fiscal hay un sinfín de testimonios y muy pocos arriesgan hipótesis. Algunos especularon que en la fiesta había “gente de Mauro Gerez”, señalado como antagonista de Fran Riquelme en la disputa territorial por el control de la venta de drogas al menudeo en el noroeste.

Otros indicaron que hubo personas ligadas a la narcocriminalidad que juzgaron la celebración como una afrenta al duelo que debía guardarse por Joel Toloza, un adolescente que fue asesinado el 8 de marzo en Juan B. Justo entre Barra y Garzón: “Decían que el barrio tenía que estar de luto y que no se podía hacer fiestas”.

Como si fuera un capricho del destino, Brenda era hermana de Elías Bravo, un adolescente que tenía 17 años cuando fue muerto de 30 balazos en octubre de 2011, frente a un búnker de drogas de French y Felipe Moré. Un crimen que, por su brutalidad, prefiguró la violencia exacerbada que sobrevino años después.

La madre de Elías denunció públicamente que el instigador del asesinato fue nada menos que Esteban Lindor Alvarado a manos de su joven sicario Darío “Oreja” Fernández, quien fue ejecutado en 2015. Y así lo volvió a anunciar cuando fue entrevistada en ocasión de la muerte de Brenda que, a diferencia de su hermano, era ajena a los conflictos derivados del narcomenudeo.

Según un testigo de identidad reservada, Elías Bravo fue quien “incorporó” a un joven Fran Riquelme al “negocio de la droga”.

“A Elías –según la memoria del testigo– lo matan porque no compraba la droga que vendía, sino que la robaba de los otros búnkeres para venderla; lo mandó a matar Alvarado. Hoy Alvarado le baja a Francisco. Por esto estimo que Fran se puede haber enojado con Pachu por la muerte de Brenda”.