La mujer cuyo cuerpo mutilado fue encontrado por partes el mes pasado en el arroyo Saladillo ya fue identificada y este miércoles se iniciaron allanamientos en domicilios de la zona sur de Rosario, en busca de rastros en la posible escena del crimen. Fue detenida una pareja que habría tenido vínculos con la víctima.
Según información que adelantó el noticiero Telenoche (El Tres), finalmente se pudo dar con la identidad de la persona descuartizada (María Isabel R., de 73 años) y en base a tareas de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (ex PDI) se pudo llegar a una casa de bulevar Uriburu al 500, donde por la noche se desarrollaba un intenso operativo policial.
En el lugar se hallaron restos de sangre compatibles con el hecho e inmediatamente fue detenido un hombre (53 años) y una mujer (57) de nacionalidad española que atendían una verdulería en el frente de la vivienda. Ambos, según vecinos, asilados por la mujer, que a cambio recibía el cuidado de estas personas.
Por eso, según estimó el fiscal Adrián Spelta desde el lugar, “se presume un motivo económico, para quedarse con la propiedad”, en caso de comprobarse finalmente la autoría de las dos personas arrestadas.
Explicó a la prensa que “se realizaron pruebas de luminol, que en la oscuridad inmediatamente marcó la presencia de fluidos en una pileta vieja que hay en el fondo de la casa”. Todo indica que allí se pudo haber cometido el atroz crimen de la mujer antes de descartar sus restos en el Saladillo, en diferentes bolsas de residuos que fueron encontradas entre el 10 y el 11 de febrero último.
El fiscal también precisó que fue determinante en el operativo “la insistencia del perro, el mismo que encontró el cuerpo en el arroyo Saladillo, para dirigirse hacia esa pileta” donde luego se detectó la presencia de sangre.
Sobre los estudios de los pedazos del cadáver recuperados, el responsable de la investigación detalló que finalmente se reportaron “seis cortes que permitieron fraccionar el cuerpo en siete partes”. Al menos uno de ellos habría acabado con la vida de la mujer, ya que por ahora “la autopsia no determinó otra causa de muerte”.
Entre otros datos que se recabaron con el análisis del cuerpo, se determinó que se trataba de una mujer de más de 50 años, medía 1,67 metro, no presentaba tatuajes y tenía aplicadas unas costosas coronas dentales.
Los vecinos que hablaron este miércoles con el móvil periodístico de El Tres confirmaron que en la casa “falta una vecina, hace 25 o 30 días” y según se sabía en el barrio, la pareja que vivía con ella intentó hacer la denuncia de la desaparición “pero no se la tomaron porque no eran familiares directos”.