La Justicia federal imputó al sospechoso de 63 años que el pasado 23 de agosto hizo amenazas de bomba durante la última visita que realizó el presidente Javier Milei. Se trata de Adolfo Gustavo G., un hombre que tenía antecedentes por amenazas y tenencia ilegítima de arma de fuego. Por esta causa, le dieron 180 días de prisión preventiva bajo la modalidad domiciliaria.
De acuerdo a la investigación llevada adelante por el Área de Investigación y Litigio de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal Rosario, a cargo de Adriana Saccone, y la auxiliar fiscal María Florencia Giecco, Adolfo Gustavo G. fue quien llamó ese día al 911 para decir que había explosivos en el aeropuerto Islas Malvinas de Rosario y en edificios linderos al de la Bolsa de Comercio, donde después el jefe de Estado brindó su discurso.
Al tomar como punto de partida las cartas de incidencia de la llamada intimidatoria al 911, el Ministerio Público Fiscal encomendó una serie de medidas a la División Antiterrorismo de la Policía Federal, con intervención de la División Acústica Forense de la PFA. Además, solicitó un análisis técnico a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (DAJuDeCO).
Sobre la base de los datos obtenidos, se pudo determinar el número de IMEI (International Mobile Station Equipment Identity, por sus siglas en inglés) que identifica el dispositivo telefónico, y georreferenciarlo. Según esos informes, la llamada del 23 de agosto pasado, a las 14.47 aproximadamente, se realizó desde un teléfono Nokia, modelo 111, del año 2012.
Tras el entrecruzamiento de datos e informes, el 2 de octubre se allanaron tres domicilios, en uno de los cuales en la zona noroeste de Rosario se detuvo a Adolfo G.. El sospechoso cuenta con antecedentes en el fuero penal provincial por amenazas coactivas (tres hechos), intimidación pública y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, por lo que fue condenado en julio de 2018 a 3 años de prisión de cumplimiento efectivo.
“Buenas tardes, quiero advertir que han colocado elementos explosivos en el aeropuerto y en edificios adyacentes a la Bolsa de Comercio, no es una broma, es muy en serio esto, buenas tardes”, fue la amenaza textual, según quedó registrado en un mensaje plasmado durante la audiencia que se concretó ante el juez de Garantías Carlos Vera Barros.
La fiscalía reconstruyó que “con base en la evidencia recabada, puede sostenerse que el hombre utilizaba al menos dos aparatos telefónicos (TCL modelo 20B, modelo 2021y Nokia modelo 111 año 2012) siendo este último el utilizado para efectuar el llamado al 911”. Además, destacó que se colocaban “alternadamente los chips correspondientes a tres líneas telefónicas de las que se valía, dos de ellas de su titularidad”, y una tercera de un familiar.
Entre otras consideraciones, la fiscalía sostuvo como fundamento que el hecho provocó la actuación y desplazamiento de diversas fuerzas de seguridad, las que evacuaron e inspeccionaron los edificios señalados en procura de elementos explosivos y, adquirió especial significación y trascendencia en razón de la visita presidencial prevista para esos lugares con motivo del 140° Aniversario de Bolsa de Comercio de Rosario.
En la misma audiencia, en virtud de la gravedad del hecho y los riesgos procesales, las representantes del MPF solicitaron la prisión preventiva del imputado. El juez Vera Barros hizo lugar al encuadre legal, avaló la formalización de la investigación y dispuso la prisión preventiva domiciliaria.